Confinado

Capítulo 12 : Aubrey Hall

Colin llevaba dos semanas en Aubrey Hall. Finalmente había decidido unirse a su familia. En parte, la decisión se debía a la insistencia de su madre y, en otra parte, a que Colin no soportaba quedarse en su propio apartamento. Allí todo le recordaba a Penélope. En cada habitación sentía su presencia. La mesita de cristal le recordaba a ella trabajando en su libro; el baño era el lugar donde habían hecho el amor tantas veces. En el sofá, recordaba las películas, las risas y las conversaciones que compartían, y la cocina le traía de vuelta el recuerdo del olor de las comidas que habían preparado juntos. Sin embargo, lo más doloroso era el dormitorio, el lugar en el que más recordaba a Penélope. La cama se sentía tan fría, tan vacía sin su presencia. Además, la mayoría de sus cosas olían a Penélope. En cierto modo, era una tortura quedarse en ese apartamento, así que hizo autostop con Eloise y Phillip hasta la casa familiar.

Aubrey Hall era la mansión campestre de la familia Bridgerton. Era un verdadero paraíso para estar en medio de una pandemia. La familia había contratado un servicio de limpieza especializado que venía una vez a la semana a cuidar la casa. Cocinar las comidas era tarea de todos los miembros y se turnaban en una escala. Cada vez que Colin cocinaba, recordaba las comidas que había preparado con Penélope. Esto era a la vez una tortura y un consuelo. La comida siempre había sido algo que lo emocionaba, sin importar la situación, pero incluso eso había logrado imbuir el recuerdo de ella.

Colin intentaba socializar con su familia, pero pasaba la mayor parte del tiempo en su habitación. Era introvertido y eso llamó la atención de la familia, porque una cosa que Colin tenía como marca registrada era ser extrovertido.

Utilizó la excusa de que estaba trabajando en la edición del libro que planeaba publicar, pero se tomó mucho de su tiempo a solas para curiosear en el perfil de Instagram de Penélope. Ella no había publicado nada nuevo. Ni siquiera historias. Colin miraba tanto sus publicaciones que ya las había memorizado todas, incluidos los subtítulos. Si alguien reordenaba sus fotos, bien podría organizarlas todas por fecha dado el hecho de que era tan adicto a su perfil.

No habían hablado desde que ella se fue a la casa de Michael. Colin a menudo pensaba en llamarla o enviarle un mensaje de texto, pero pronto perdió el coraje. ¿Qué podía decirle? Además, no quería noticias sobre cómo pasaba el tiempo con Michael. Él podía estar sufriendo, pero no era masoquista.

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Finalmente, Colin terminó hablando con Benedict y Anthony sobre cómo había sucedido todo entre él y Penélope. En las dos semanas que pasó en la casa de campo, se encerró en sí mismo y los hermanos no lo presionaron, algo por lo que Colin estuvo muy agradecido. Los dos se mostraron muy comprensivos, después de todo, ambos han tenido su cuota de dificultades en el romance.

"Si crees que ella es la indicada, no deberías rendirte, así que", dijo Anthony, "casi lo hice y creo que me habría arrepentido amargamente si hubiera sido tan tonto".

—¿Y cómo crees que debo hacerlo? —preguntó Colin, desolado—. Ella ni siquiera me habla. Debe estar en este preciso momento divirtiéndose con Michael…

Colin tuvo que hacer un esfuerzo para no vomitar cada vez que pronunciaba el nombre de su rival. Benedict decidió compartir su infinita sabiduría en el amor con sus hermanos:

—Colin, tal vez no te has parado a pensar quién eres —mientras el hermano menor parecía desconcertado, continuó— eres un libertino.

—¿Eh? —balbuceó Colin, confundido.

“Eres un libertino, un mujeriego incorregible, que ahora está enamorado. Penélope no debe confiar en ti. Tienes que demostrarle que estás dispuesto a tener una relación seria”.