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⚠️💛Nota: A partir de este episodio, 

ya no hay más recuerdos.💛⚠️

Cuando la noche llegó a la mansión Kido, Aioria y Marin bajaron desde sus respectivas alcobas con atuendos distintos a los que traían antes, él llevaba un pantalón oscuro, unos zapatos deportivos blancos y una playera de manga larga con cuello V b...

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Cuando la noche llegó a la mansión Kido, Aioria y Marin bajaron desde sus respectivas alcobas con atuendos distintos a los que traían antes, él llevaba un pantalón oscuro, unos zapatos deportivos blancos y una playera de manga larga con cuello V bastante abierto, de modo que parte de su varonil pecho quedaba al descubierto. Marin sólo portaba un ligero y sencillo vestido rojo con tirantes, la falda cubría debajo de sus rodillas y sus zapatos eran negros, con tacón bajo.

La pareja se encontró con la sorpresa de que aún nadie estaba en el comedor, incluso pensaron que habían llegado temprano, pero los relojes que iban encontrando en su camino les confirmaron que dentro de poco se serviría la cena.

Marin teorizó que posiblemente Seika y Shaina ya se habían ido a dormir (como en otras ocasiones) y Aioros y Milo deberían seguir donde se supone que estarían. Milo en el techo. Y en cuanto a Aioros... bueno, el mayor no había sido visto desde que arruinó la partida perfecta de Aioria, y a partir de ahí, el pobre león comenzó una larga línea de derrotas a manos de su pareja, que llevaron al Santo Dorado (rápido) a la ducha fría antes de que buscase otra vez a su hermano mayor y no precisamente para darle un abrazo.

Ambos tuvieron que sentarse solos en la mesa, dispuestos a esperar. Mientras tanto, hablaban sobre algunos puntos de interés que Aioria podría visitar de forma turística.

A los 10 minutos llegó Athena, escoltada por Kanon y Dohko.

Ambos santos iban portando elegantes trajes negros iguales, con camisas blancas, chalecos y corbatas. Aparentemente fungían como los guardaespaldas de Saori.

Kanon se quitó los lentes oscuros y los miró algo sorprendido por verlos ahí. Él estaba usando la camisa con las mangas remangadas hasta sus codos y el chaleco en su sitio, cargando el saco sobre su hombro. Por su parte, Dohko se quitó de la cabeza un sombrero tirolés del mismo color de su traje y les sonrió. Él a diferencia de Kanon estaba usando el saco abierto, la corbata desacomodada y unos cuantos botones de la camisa desprendidos, se notaba que vestir formar no era lo suyo.

Algo más raro que ver a Kanon usando lentes, era ver al maestro de Libra usando un sombrero como aquel. Para Marin no fue la gran sorpresa como para Aioria, quien se le quedó viendo al accesorio por un rato.

—¡Hey, niño! —exclamó Dohko acercándose al joven de Leo, le tendió la mano.

—Maestro —saludó, luego este vio a Kanon a quien sólo le hizo un saludo con la cabeza. Kanon respondió del mismo modo silencioso, ocupando un sitio en el comedor un poco lejos del resto. Indiferente a todos pues así era él y nadie buscaría hacerlo cambiar.

Athena, tan bella y jovial como si no hubiese estado trabajando toda la tarde, usaba un traje femenino elegante pero ajustado color rojo de una falda roja que cubría hasta sus rodillas, unas zapatillas blancas junto un abrigo ligero rojo a juego con la falda y una blusa de manga corta blanca.

𝓔𝓵 𝓓𝓮𝓼𝓮𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓐𝓶𝓪𝔃𝓸𝓷𝓪 | 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora