Atención: este capitulo contiene escenas explícitas
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Su vuelta a Inglaterra fue tranquila y discreta. Draco no encontró a ningún escuadrón de Aurores esperándole en la aduana, ni fue consciente de que le vigilasen con más ahínco. Parecía que su misterioso enemigo no había vuelto a atacar en su ausencia.
La Mansión Malfoy seguía igual que siempre, y sus padres mostraron su alegría habitual al verle regresar. Todo parecía seguir con normalidad.
Y sin embargo, Draco estaba nervioso. La fecha de la inauguración del hotel era el día siguiente, y él quería que todo saliese perfecto. Astoria y él habían trabajado mucho para que ese día llegase, y no quería que nada lo estropease.
Además, se sentía inquieto por Astoria. Le había escrito multitud de cartas durante su viaje, pero ella no había respondido ni una sola vez. No sabía si se debía a que estaba demasiado nerviosa y distraída o porque había pasado algo más.
Intentó programar una reunión de última hora con la excusa de terminar con los preparativos, pero su petición fue denegada.
Eso le dolió más de lo que quería admitir, y le llenó de dudas ¿Se habría cansado Astoria de él? ¿Se habría arrepentido de su noche juntos? ¿Se habría dado cuenta de que él era un peligro y no le convenía? ¿O quizá el misterioso atacante había contactado con ella y la había asustado? El no tener respuesta para esas preguntas le causaba una increíble agonía.
Su humor decayó progresivamente, y sus sueños empeoraron. Ahora veía a Astoria camuflada entre el círculo de mortífagos que poblaban sus pesadillas. Ella se mantenía al margen, silenciosa, sin hacer nada, solamente observando mientras Draco era torturado y humillado.
Draco jamás había odiado tanto cerrar los ojos por la noche.
Sus padres fueron conscientes de su cambio de actitud y su progresivo decaimiento. Preocupado, Lucius le pidió que le acompañara a dar un paseo por los jardines. Normalmente era Narcissa la que tomaba su brazo en esas caminatas diarias, pero el señor Malfoy quería hablar con su hijo sin interrupciones.
-Draco, tu madre y yo estamos preocupados por ti. Nos inquieta pensar que nuestra última discusión te haya afectado de esta manera. Somos conscientes de que nuestra actitud no fue justa -Lucius caminaba con lentitud, ayudado por su bastón, pero sus palabras eran sinceras-. Si deseas volver a encontrarte con esa chica a solas, eres libre de hacerlo.
-No se trata de eso, padre. No tiene nada que ver con vosotros.
-Entonces ¿de qué se trata?
Draco apretó los labios. No era de su agrado hablar de su vida amorosa con su padre, pero por otro lado, no tenía a nadie más en quien confiar.
-No responde a mis cartas -murmuró-. No sé por qué, no he hecho nada para enfadarla.
-Quizá debas hablar con ella en persona.
-No sé si eso es buena idea ¿Y si no quiere saber nada de mí?
Lucius ponderó sus palabras en silencio, mirándole de reojo.
-A veces la verdad es más complicada de lo que parece. Puede que lo que esté pasando no tenga nada que ver contigo.
-¿Qué quieres decir?
Lucius miró a su alrededor, quizá comprobando que nadie les escuchase, quizá pensando en lo que iba a decir. Pero entonces un elfo doméstico se apareció ante ellos, haciendo reverencias.
-El señor Malfoy... el señor Draco Malfoy tiene una visita, señor.
-¿Una visita? -Draco no se lo esperaba. Nadie le había visitado en la Mansión Malfoy desde que había salido de Azkabán.
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Después de la guerra (Draco & Astoria)
Fanfiction(Historia Madura, +18) Cinco años después de la Batalla de Hogwarts, Draco Malfoy es una sombra de lo que era. Sin amigos, sin fortuna, tan sólo la frágil presencia de su familia le empuja a sobrevivir. Sin embargo, todo da un giro inesperado cuand...