El Mundo Shinobi y el Fénix

Capítulo 47 Retos entre un Shinobi y una Princesa

-Que día. Solo voy por un vaso de agua ya me iré a dormir. -Después de tener el vaso lleno de agua miro por la ventana sumido en pensamientos una vez más. No dejo que eso arruinara su noche, así que se dirigió hacia la sala donde hay un sofá. -Maldición olvide el vaso de... -Cuando giro para ir a la cocina de nuevo, vio entre abierta la puerta de la habitación de Xian, quien contemplaba la noche, frente al jardín acuático, solo que... -¿Está llorando?

-Suele hacer eso. -Sally quedo a su lado viéndola también con una expresión de tristeza.

-¿Por qué? -Pregunto Kakashi.

-No eres el único con un pasado. Todos tienen uno, algunos buenos quizá, otros... no tanto. Ella recuerda algunas cosas de su pasado, todo lo que ha perdido y lo que ha sacrificado. Lo que ha conseguido... lo que extraña y también lo que quiere recuperar. Tratamos de consolarla, pero es raro que acepte nuestro consuelo. -Comienza a caminar con sigilo hasta su habitación. -Buenas noches. -Fue el ultimo susurro que logro escuchar de su parte.

Kakashi fijo su mirada en la silueta de Xian, la luz suave se reflejaba en el agua de los estanques, tan calmado, era un ambiente casi etéreo. Xian no dejaba de derramar lágrimas mirando al cielo, como de vez en cuando pasaban estrellas fugaces, era como si fuera lo más hermoso que ha visto de un mundo así. Mas el motivo de sus lágrimas no era ese, si bien Sally dio en el blanco sobre le pasado de Xian, siempre recordaba toda muerte delante suya, como masacraban a cada miembro de la familia real. Cada amigo sometido bajo leyes de tiranía de su tío, criaturas sacrificadas, era como el Palacio Carmesí, por la sangre derramada en todas partes. Kakashi sintió un nudo en el estómago al presenciar cuan vulnerable puede llegar a ser hasta el mas fiero o dura la persona. En Xian había visto ese carácter tan desafiante pero ahora también sensible. Dudo por un momento, pero al final entró con pasos sigilosos hasta ella, sintió esa necesidad de intentar brindarle consuelo, pese a las palabras de Sally que sería complicado que Xian acepte ese consuelo, estaba decidido a intentarlo. Teniendo la cercanía suficiente, rodeo su cintura desde atrás con sus brazos, pudo notar la sorpresa de ella y cierta tensión, pero enseguida la princesa puso sus manos sobre las de Kakashi, recostando su cabeza hacia atrás en el pecho del ninja, como si estuviera cansada emocionalmente de todo lo que ha pasado. Sentía ese consuelo, ese apoyo incondicional que hace tiempo anhelaba una vez más sentir, confiar en alguien de ese modo. El ninja que copia susurra:

-Shhh. Tranquila, no tienes que decir nada. Solo permíteme... -Ni pudo terminar de decir eso cuando ella giro y ahogo su llanto contra su pecho, empapando parte de su ropa. Sentía ese agarre como si temiera que se fuera.

Entendió entonces que no necesitaba decir ni una sola palabra, el simple hecho de ese contacto hizo que todo sea mejor, le dio a entender a Xian que no estaba sola, tenía una compañía en medio de toda adversidad que se le presentara, que estaba ahí... para ella. Seguía sosteniéndola hasta que Xian se estaba desvaneciendo por el cansancio.

-Vas a caerte... -Despacio quedaron sentados en el suelo, aun acunándola contra su pecho, los ojos de Xian cansados. ¿Cuánto tiempo ha llorado? Se preguntaba. Hasta que cerro por completo los ojos la chica, pudo limpiar una que otra lagrima que caía por su mejilla.

Parecía que entre ellos dos podían confiar plenamente y quizá encontrar el consuelo que tanto deseaban, pero no había ese alguien que querían compartirlo... Hasta ahora. El guerrero Sharingan la cargo entre sus brazos, viendo a sus Ninken desparramados en toda la habitación, en su cama, ahí donde dormía ella la acostó.

-¿Que paso? -Pakkun olfateo el rostro de Xian. -¿Estaba llorando?

-Si... se desvaneció por el cansancio, pero no deja de sacar lágrimas. -Limpio otra lagrima que se escapó de sus ojos, con su pulgar rozo su suave piel. -Nadie debería de pasar por un sufrimiento tan devastador, pero lamentablemente debemos de enfrentarlo.