Capítulo 37 Negación

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-¿Qué demonios estaba pensando? En tenerla cerca de mi... En querer... ¡Arg! No, no ¡No!

Aquella habitación resonaba sus negativas ante cualquier posibilidad de sentir algo por la doncella, recordar su fino rostro y el calor de su cuerpo lo hacían perder la cabeza. Absorto en esos pensamientos lo que hizo fue centrarse en las siguientes misiones con su equipo. Fue en vano. De nuevo recostado en su cama mirando al techo, susurrando palabras como si hablara consigo mismo.

-No debo. No debo sentir eso. No me corresponde y más en ella. No debería... No y no... Esto es una locura.

Se perdió en el silencio de la habitación al caer la noche, queriendo no pensar en Xian. Entre sueños balbuceaba su nombre, en vez de una pesadilla ahora fue más un grato sueño. Aferrando su mano en la sabana como si estuviera sujetando la de Xian.

-Xian... ¿Por qué? ¿Por qué debo hacer esto? Es... Algo que no debe pasar... No debo... Sentir... Algo así...

Una negación que se repetía constantemente, tratando de encasillar sus emociones referentes a ella. No puede olvidar su sonrisa ni la manera en cómo Xian lo mira. Ni siquiera olvidar ese tacto y suavidad en su voz cuando habla con él, en su vida había sentido algo así, por ende, no cree que sea quizá digno de una atención de ese tipo por parte de ella... O tal vez no acepta que albergan sentimientos cada vez más intensos en su interior, tarde o temprano la respuesta la tendrá delante suya, continuar negando o aceptar lo que siente.

-Esto debe parar. No puedo relacionarme con ella de esta manera. El Tercero confío en mi en protegerla, debo mantener mi palabra de que lo haré. Soy su protector... Y eso... Eso es todo. Además, no sé si piensa lo mismo, así que voy a tomar distancia. -Pensaba mientras caminaba rumbo a la academia, entre esos pensamientos sintió el suave toque de alguien en su hombro. -¿Mmh?

-Buenos días, Kakashi.

Toda duda se esfumó en un instante. Ver ese rostro iluminarse con la luz que se filtraba en las ventanas de la academia fue su quiebre. Sus mejillas se tornaron rojizas sin poder articular una palabra, el viento suave mecía esos cabellos negros azabache soltando el aroma a flores que le embriagaba hasta el alma.

-Eh... Buen día... Xian. -Desvío la mirada con lentitud hacia la ventana, recobrando la compostura. -Te ves... Radiante.

-¿Por qué no estarlo? Es un bonito día. ¿No lo crees? -Sonrió con ternura.

-Si que lo eres... Quiero decir, sí. Lo es, lo es. -Corrige de inmediato, no queriendo ser tan obvio delante de ella... Mas bien delante de todos. - Demonios, será más complicado de lo que creí.

Aunque estaban separados por las actividades entre los alumnos, por momentos se encontraban en los pasillos. Sabia Kakashi que sería un apoyo para Xian en la academia, Hiruzen la inculcó en estar ahí para enseñar a los pupilos nuevas técnicas de combate y generar confianza en ellos, así como en los maestros. Iruka es quien está casi todo el tiempo con Xian, guiándola para los deberes básicos como el papeleo o ayudar a entregar exámenes y otros documentos, así que, quiera o no Kakashi... Ve a Xian casi de manera inconsciente.

-¿En dónde estará ahora? Ya recorrí todo el lugar. -Estaba buscándola para que juntos den una demostración de combate cuerpo a cuerpo. Hasta que, con tan solo un suspiro resignado, la tuvo frente suyo. -¿En qué momento apareciste?

-Perdón. Uufff. Corrí por toda la academia buscándote. Me comentó Iruka que tenemos una demostración y ya se hacía tarde.

-Y después dicen que yo llego tarde. -Bromeo como para romper la tensión. -Bien, sígueme... -Antes de empezar a caminar un maestro corrió empujando a la doncella, estaba apurado por llegar a una clase. Kakashi la acunó entre sus brazos protegiéndola. -Oye... Ten más cuidado. -Con una voz casi amenazante.

El Mundo Shinobi y el FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora