El Mundo Shinobi y el Fénix

Capítulo 17 Un regreso acogedor

A la mañana siguiente.

-Esto es terrible. Primero los enmascarados, después casi fuimos derrotados por ellos, luego entramos en conflicto con la aldea de la arena y por si fuera poco con la princesa. Y casi perdimos el control de poder de la aldea y ahora esto. Hayate Gekko muerto. Sin duda Orochimaru quiere destruir la aldea, pero no dejaremos que eso pase, atacaremos y nos defenderemos si es necesario, nuestra fuerza será demostrada ante él y ante la aldea de la arena. Espero la Princesa esté dispuesta a ayudarnos una vez más si eso ocurre. -Pensó al final.

Después de esa breve reunión, Kakashi fue a entrenar en un lugar con riscos. Casi llegando a un lugar seguro una silueta es vista desde lo alto.

-¿Entrenando tan temprano?

-Ah, eres tú, princesa. -Dio un salto y se incorporó frente a ella. -¿Qué haces aquí?

-Pues... Digamos una breve despedida.

-Qué propio de ti.

-Mas que nada... Darte las gracias por lo que has hecho. Pero no creas que aún ...

El ninja se acercó a ella y le miró a los ojos. -Un placer alteza. -Dejándola sin palabras.

-Bueno... Creo que tienes una visita demás. -Miro de reojo.

-¿Que hay?

-Hfm. Vaya, ¿así que ya estás mejor? Sasuke.

-Supongo. ¿Qué hacen aquí ustedes dos?

-¿Yo? Darle las gracias a tu maestro. Debo irme. -Al girar sus cabellos tonos azabache rozaron con la piel del ninja.

-¿Y bien? -Se dirigió a Kakashi.

-Hmm. Veo que estás impaciente, aunque sabía que te encontraría por aquí. ¿Empezamos?

Xian se preparaba para cruzar el portal, mientras que Kakashi le daba instrucciones a Sasuke para su entrenamiento.

-Alteza. -Le dieron la bienvenida.

Prepararon todo para el funeral de Ysas como se debe, después de todo tal como dijeron, él fue quien vengaría a su tierra destruida, uno de la realeza, ahora Xian tiene ese mando de recuperar lo Pero como él y Jiésēn tenían casi la misma edad y una cercanía como si fueran hermanos, no dudo en darle esa misión a él, y el cargo de que cuando vuelva al Mundo Shinobi éste este al mando. Siendo la conexión directa entre ambos mundos. La lluvia hacía que las lágrimas de Xian se desvanecieran, su tristeza seguía, pero pronto volvería a resplandecer, la soberana mostraba sus sentimientos cuando era necesario, darle a saber a su gente que todos tienen una vulnerabilidad, pero no dejarse caer ante nadie, eso denotaba en su seguridad y fuerza.

-¿Estas segura de esto? -Se escucho en la habitación de la Princesa una joven voz masculina.

-Sabes que tengo que hacerlo, Jiésēn. -Ella, sentada en la orilla de su cama mirando hacia la ventana que da a una vista espectacular, en lo más alto del edificio.

-¿Tú crees que ellos te aceptarán? Solo por qué ya ha pasado otras veces...

-Jiésēn... Tu mejor que nadie sabe que es mejor a intentarlo que no hacer nada. Estamos a salvo, pero otros no, y si queremos expandirnos, tenemos que conseguir y hacer alianzas con otros. Sabes las condiciones. ¿Es que no te lo he enseñado? -Su voz seria resurgió resonando en la habitación.

-Si... Lo siento. -Con la mirada tranquila y sin más de expresión. Ella se levanta y se dirige hacia él.

-Escucha... Como las otras veces, tu estarás a cargo cuando vuelva ahí.

-Solo temo por tu vida.

-Je. ¿Dudas de mí? -Sonríe gentil.

-No.