El Mundo Shinobi y el Fénix

Capítulo 66 El plan de Yujiko

Han pasado solo 2 días cuando Kakashi dejo en manos de Iruka la supervisión de Xian. Desde entonces no sabe exactamente cómo está la doncella, teniendo demasiadas responsabilidades sobre misiones y uno que otro favor de la Hokage para preparar a Xian cuando salga del hospital. En medio de una misión, dentro de él siente una incertidumbre pesada.

-Algo no anda bien. Tengo que terminar con esto rápido y verla.

Al cabo de unas horas ya estaba entrando a su departamento, volando como podía entrego el reporte de la misión y luego fue al hospital. Sus ojos se abrieron de preocupación cuando encontró a Xian en la camilla sin moverse mucho, con paso acelerado se sentó en la orilla de la camilla observándola con impotencia.

-Xian... ¿Qué te ocurrió? -Sus manos tiemblan al tomar su rostro entre ellas y acariciar con sus pulgares esas mejillas pálidas. -¿Que paso? Solo fueron dos días...

-Mmm... ¿Kakashi? -Sus ojos azules apenas brillan. -Al fin vienes. -Sonrió débilmente.

-Mira como estas. ¿Qué ocurrió?

-No sé... Iruka se ha quedado conmigo todo rato. Ayer... Me sentí débil.

-Iruka... -Susurro, su mirada se tornó sombría.

-No tiene culpa. Él igual se pregunta que ha pasado, Yujiko no sabe la razón, hoy saldrán análisis, en verdad lo vi angustiado.

-Ese médico. -Pensó. -Xian... Necesito que me escuches con atención. A nadie le digas de esto, pero primero debemos hacer que tú estés mejor.

-¿Qué quieres decir?

-Por favor. Confía en mí. No confío en Yujiko.

-Pero él... -Antes de seguir, Kakashi sostuvo un poco más fuerte aquel rostro pálido de la chica, sus ojos pidiendo con desespero que le mire.

-Escúchame. Confía en mí. ¿Tienes hambre o algo?

-No. No tengo apetito.

-No me importa. -Se levantó de inmediato de la camilla, llamo a una enfermera en el pasillo y pidió una comida ligera. -Sobre todo fresas y dulce de manzana. -Eso alcanzó a escuchar la princesa.

-Kakashi, te dije que no tengo hambre.

-Lo se. Y es mi preocupación. ¿Como en dos días estás así?

-Ya sé que estás preocupado, pero...

-Una última vez lo diré, alteza. -Dijo con cierto toque de severidad. -¿Confías en mí?

-Si, lo hago.

-Entonces permíteme. -Teniendo el tazón de frutas y otras cosas más se acercó a ella con paso deliberado. Tomo con unos palillos una fresa acaramelada. -Come esto.

-Pero es...

-Hoy para nada me voy a ir. Si Iruka viene, no me importa como tome mis palabras o postura. Aquí hay algo que no me da buena espina.

Con un suspiro resignado, la joven comenzó a comer una que otra fresa acaramelada, después las frutas como peras, naranjas, sandías... Entre otras del agrado de Xian comenzó a esbozar una sonrisa. No dejo ni un momento la habitación el ninja que copia, hasta las enfermeras le ayudaron con la doncella, mirándolo de reojo por como la cuida. Sosteniéndola firmemente cuando las encargadas cambiaban las sábanas y limpiaban la habitación, ese agarre fue dulce, protector... Por las noches aquel hombre revisaba cada facción de ella, su temperatura, el color de su piel, hidratación, comidas, todo...

-Este frasco... Lo he visto hace días, pensé que ya había terminado con este tratamiento. -Pensando que fue lo que llevo a Xian a ese estado, dos días para ese entonces. Armando las piezas para encontrar una solución.