Capítulo 30 Lecciones

2 0 0
                                    

-Muy bien. Sostenlo así, mantén el agarre y... Oh. -Los palillos vuelven a caer.

-¡No hice nada! Mantuve el agarre como dijiste. -Iban más de varios intentos sosteniendo los palillos para siquiera coger una lechuga.

-Descuida. Aún te falta práctica.

-¡Rayos! -Clavo los palillos en el plato de lechugas, se sentía frustrada. -Me siento incompetente por algo tan sencillo.

-Veo que te enojas fácilmente. Además de angustiada.

-No es nada. Es frustración.

-Sin duda, te toma trabajo, princesa. Pero no creo que seas una incompetente. De no ser por tus hombres que nos han ayudado a acelerar la restauración de la Aldea, no habíamos podido organizar siquiera una parte de le ceremonia. Has sido de gran ayuda desde que quede inconsciente.

-Si, pero...

-Debo decirte entonces, que compartimos ese sentir. Estar inconsciente después de largos días no es muy... Gratificante. -Añadió Kakashi. -Estas progresando, a tu ritmo, pero lo haces. Tranquila.

-Mmm.

-Míralo de este modo. Por primera vez, una princesa de otro mundo ayuda a la Aldea Escondida entre las Hojas. Es un privilegio tenerte en cierto modo. Quizá entonces puedan verte como algo beneficioso, en el buen sentido.

-Lo siento. Últimamente estoy muy... No sé cómo decirlo. Procesando todo desde entonces.

-Adivino, ¿un conflicto interno? -Se cruzó de brazos.

-S-si... -Admitió.

-Mmm ya veo. Es completamente normal en toda persona. Unos lo procesan tan rápido que no se dan cuenta, otros... Bueno, supongo deberías de saber. Requiere de tiempo. Pero para un Shinobi no hay "tiempo" de procesar lo ocurrido, debe de actuar de inmediato sino estás muerto. -Con los palillos tomo una lechuga. -Eso como los palillos, sino sostienes bien el objetivo, vas a caer. El problema sigue ahí, hasta que encuentres la solución. Buscaste sin darte cuenta de que con los palillos puedes también perforar un objeto, y quizá hasta alzarlo. Aunque no sea la idea original.

Xian escucha atentamente las palabras de su protector, analizando cada palabra.

-Supongo.

-Intenta imitar mi postura con los palillos, la forma en que los tomo entre mis dedos, los movimientos, todo.

-Eso hago, pero, ¿por qué es complicado para mí?

-Al menos has aprendido el como sujetarlos. Y pensar que en unos días debemos estar presentes para el nombramiento de la nueva Hokage. ¿Tienes alguna vestimenta para usar?

-El que me has dado en los primeros días. -Musito concentrándose en poder sujetar un garbanzo que se le cayó.

-Mmm... -Después de unos minutos se incorporó. -Acompáñame. Vamos a ir los mercados.

-¿Hum?

-Que curioso. Suele ser al revés.

-¿Qué cosa?

-He visto y hasta leído por unas novelas, que las mujeres tienden a llevar a sus parejas, amigos o conocidos varones a comprar. Igual lo hacen con mujeres, pero es en otra situación.

-Ah, es cierto. -Sonrió levemente la doncella. -¿Y que compramos?

-¿Nos? Tu. -Sonrió con los ojos.

-¿Yo? ¿Que?

-Tendrás un nuevo vestuario. En lo que se pueda.

Los mercados se llenaban de gente, todos preparándose para la ceremonia del Quinto Hokage, comidas, dulces, sobre todo, ropa, de todo tipo hasta que este listo. Una tienda especifica para la doncella le llamo la atención, donde ahí obtuvo su primer Hanfu.

El Mundo Shinobi y el FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora