Capítulo 65:Completamente roto

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—día número mil setecientos ocho intentando hacer algo destacable para dejar de ser menospreciado......veamos si tengo suerte.

Esas eran las palabras que decía un joven Sava caminando con aburrimiento por las calles de Orario buscando con que entretenerse.

Aunque estaba diciendo esas palabras la verdad es que ya había perdido la esperanza en todo objetivo que tuviera en su vida, todo sueño había sido aplastado hasta no dejar nada de él.

Cada vez que hacía algo la gente no lo notaba o no le daba importancia, en el peor de los casos sus compañeros que estaban junto a él se llevaban todo el crédito, principalmente Pete, por esa razón quizás dejar atrás todo sueño y aceptar que solo sería un soporte por el resto de su vida era lo mejor.

Sava creyó que dejando sus sueños atrás sus compañeros dejarían de molestarlo pero siempre era lo mismo con ellos, burlándose incluso dándole una paliza de vez en cuando, era un pequeño grupo liderado por el desgraciado de Pete que le hacían la vida imposible.

Aun no sabía que había hecho para recibir tanto odio de parte de ellos, lo único que quería era ser de utilidad para su familia, quien diría que ese sería el motivo por el cual era tan odiado por ellos.

Y el resto de la familia a pesar que no lo molestaban no hacían nada para ayudarlo ya que creían que era solo un juego entre ellos o al menos eso era lo que les decía Pete.

Él único que lo defendía cuando miraba que empezaban a golpearlo era Zald, al ser un fuerte ejecutivo el hombre lobo decidía no enfrentarse a él e irse.

Y Silver......

Pues él estaba tan ocupado intentando conquistar a Meteria que no se daba cuenta de lo mierda que le hacían la vida a su hermano mayor.

—esto apesta.

Y con aburrimiento Sava se fue a sentar a una banca en una calle solitaria de la calle Dedalo, al menos en ese lugar la mayoría eran personas con una suerte de mierda como él, se sentía como en casa.

Como él la llamaba "Dedalo, la ciudad abandonada por los dioses".

Y era cierto, a nadie le importaba esa ciudad, podía estar un niño muriéndose de hambre a mitad de la calle y a nadie le importaría, eran como dos ciudades distintas, el centro de Orario el cual gozaba de protección y buena economía y Dedalo, un lugar de mierda en el cual la gente luchaba por sobrevivir y que abundaba el crimen.

De verdad que era un lugar deprimente, incluso su vida de mierda era la gloria comparado a lo que vivían todos ellos.

—al menos yo no me muero de hambre —pensó con la mirada baja sentado en esa banca—. Zald prepara mucha comida para que nadie se quede sin comer, si fuera el desgraciado de Pete me dejaría sin comer apropósito.

La verdad todo eso estaba siendo muy molesto y frustrante para él, no miraba un futuro como aventurero y el único motivo por el cual se esforzaba mucho había desaparecido siendo su amor por Emma.

Desde que Pete dio esa noticia de su posible relación con ella había pasado un mes, un mes en el cual no había regresado al gremio.

No la odiaba, jamás podría sentir ese sentimiento hacia ella pero no tenia el valor de verla a los ojos sabiendo que estaba saliendo con ese desgraciado.

De todas las personas del mundo se tuvo que enamorar de la persona más basura, incluso le parecía raro ya que Emma no era ese tipo de chica.

—da igual —pensó con aburrimiento—. Quizás debería dejar esto.

Sava estaba pensando seriamente en abandonar la familia y dedicarse a otra cosa, quien sabe, quizás trabajar en una panadería o unirse a una familia pequeña donde se sentiría más tranquilo.

Amo a mi familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora