Los hijos de Los Mugiwara se ven atrapados en un viaje en el tiempo, cortesía de los experimentos de su tío Franky y compañía.
Tras veinte años en el pasado, deben decidir qué hacer, sin embargo, el más pequeño del equipo se les adelanta, obligándol...
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—Entonces déjenme ver si entendí —Robin anotaba algo en su libreta, según ella, Law también estaría haciendo una bitácora de información también que luego podrían intercambiar—.Con Torao están dos de ustedes.
—Sí —Sora asintió —. Son Kena y Race, la primera es un Mink y el segundo es…
—¡Kena es súper genial! —Ross gritó—. Es un mink de oso polar y sabe muchísimo de medicina.
—Debo suponer entonces que es la hija de Bepo-san —Robin anotó.
—También es la pupila de Chopper en el futuro, ella siempre está diciendo que es el mejor Doctor del mundo.
—Ay, ¡No me hace más feliz tu comentario, tonto! —Chopper hizo un pequeño baile, Ross rió con fuerza tratando de imitarlo.
—¡En el futuro aún bailas igualito!
Todos reían ante la información, Robin siguió escribiendo.
—Nami, ¿Estás segura que están con Torao?
—Supersegura, Law fue el que pidió que llegáramos a ésta isla por ellos —Asintió—. Pero jamás mencionó que eran personas, sólo habló de un paquete.
—Tuvo que sacar las coordenadas con una vibrecard, es un genio.
—Race siempre lleva una con él —Ross explicó.
—Ese Race suena muy inteligente, Luffy —Usopp rió—. No parece hijo tuyo.
Luffy rió con más fuerza, ante el comentario. Todos estaban en el acuario del Sunny, sentados y dispersos, todas las pertenencias de los Mini-mugi estaban en la mesa.
—Bien, podemos empezar con las presentaciones —Robin sonrió, estaba emocionada y las pequeñas versiones de sus amigos les parecían adorables.
—¡Yo soy Ross! —El pelinegro dio un salto, captando la atención de todos. —Soy el hijo mayor de Monkey D. Luffy y Trafalgar Law.
—Dos monstruos —Susurró Usopp, haciendo a Marie reir, era lo que su hermano había dicho de Race hace unos días.
—¿En el futuro aún existen las recompensas? —Preguntó Brook.
—Sí, pero no estamos bajo el mismo gobierno, y las suyas al menos no las maneja la marina —Habló Sander—. No creo que debamos hablar de esto, no sabemos cómo funciona el tiempo, es mejor mantener algunas sorpresas.
—Opino lo mismo —Robin sonrió dulcemente, entendía cómo pudo enamorarse del pequeño pez—. ¿Eres conocido, Ross?
—Todos conocen a los príncipes piratas —Habló Merry—. Aunque no todos en el barco somos conocidos o cazados, el gobierno mundial pide una alta cifra por Ross y Race.
—Es impresionante —Robin anotó.
—Yo soy Bell —el pelinaranja alzó la mano—. Soy hijo de Nami, mi padre no interesa. La mitad del tiempo estoy en Arabasta, soy apoyo de la familia real en el control del clima, y a cambio el rey hace llegar maestros en cartografía y cualquier arte para que me enseñen cosas .
