Los hijos de Los Mugiwara se ven atrapados en un viaje en el tiempo, cortesía de los experimentos de su tío Franky y compañía.
Tras veinte años en el pasado, deben decidir qué hacer, sin embargo, el más pequeño del equipo se les adelanta, obligándol...
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En el futuro Thousand Sunny, en algún lugar del océano
—¡Oh, Dios mío!, ¿estás bromeado? —La voz de Sanji era prueba suficiente de sus días sin dormir.
—Hemos hecho lo posible para rastrear su señal —Vegapunk Lilith habló, rascando su cabeza—. Es muy difícil experimentar con la fruta tiempo-tiempo, ¿Qué tal si alguien se la come?
—¡Yo me la como! —Sanji brincó a por la fruta, su esposo lo tomó en brazos—. Zoro, no querrás una patada ¡tan temprano!
—¡Cocinero, no puedes comerla!
—¡QUÍTATE QUE VOY POR MI HIJO!
—¿Quien dejó a Sanji-bro entrar al laboratorio? —Suspiró Franky, tecleando algo con cansancio, ya habían hecho una política anti-Sanji después de varios atentados—. Dijimos que nos convenía estar lo más relajados, y...
—¡Aaaaaaahggrrr! —Sanji se sacudió bruscamente, el peliverde mayor suspiró antes de salir por la puerta principal—. ¡Bájame, bájame ya horrible y feo musgo!
—Usopp...
—Yo no, la última vez me mordió —Se zafó el rizado, frunciendo el ceño.
—Rizado, vamos por una siesta.
—¡Dormiré cuando vea a mi bebé!
La puerta se cerró, Usopp botó todo el aire en sus pulmones.
—Esto es horrible, pensar que todos los niños estaban juntos cuando ocurrió —Negó con la cabeza—. ¿Creen que estén muy lejos en el tiempo? ¿Quizá a la altura de los dinosaurios? ¿Siglo vacío? —Tembló ante la última idea.
—Ya revisamos alrededor de cincuenta posibles años, con cada mes y día, alternando con Franky desde la creación del mar, siglo vacío, algunas guerras —Vegapunk también tecleaba—. Salimos primero de los más peligrosos. No logramos sentirlos.
—Casi dos semanas sin dormir, y no tenemos pistas... —Usopp suspiró, haciendo mantenimiento a las máquinas, no entendía los cálculos que Franky y Lilith hacían—. Chopper y Law sobretodo...
—¿De qué están hablando? —El pelinegro antes mencionado entró a la habitación, su ceño fruncido y ojos felinos eran atemorizantes, pero para los Mugiwara no eran más que parte de su outfit usual.
Sus ojeras denotaban cansancio, y la pila de hojas en sus manos parecían lo suficientemente nuevas como para no ser tareas viejas.
—Buenos días, Torao —Saludó Franky sin apartar los ojos de su trabajo, Law asintió en saludo.
Al bajar las escaleras, una figurita extra se hizo presente, era el Rey de los piratas, quien dormía colgado del mayor como un Koala.
—Veo que Luffy consiguió dormir un poco —Usopp festejó en voz baja—. Ha estado histérico toda la semana.
