Los hijos de Los Mugiwara se ven atrapados en un viaje en el tiempo, cortesía de los experimentos de su tío Franky y compañía.
Tras veinte años en el pasado, deben decidir qué hacer, sin embargo, el más pequeño del equipo se les adelanta, obligándol...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el futuro, Tierra de Wano Capital de Las Flores, Sombreros de Paja
Tras la carta de Reiju y horas de viaje, los Sombreros de Paja desembarcaban en el país de unos de sus amigos más queridos, en busca de buenas noticias por encima de respuestas.
—¡Momo! —Gritó el capitán de los Sombreros de Paja, saltando hacia su amigo, el Shogun de la nación anfitriona—. ¡Mírate, tienes veintisiete y pareces de cincuenta!
—Gracias... —murmuró el líder del clan Kozuki, tratando de bajar al Rey pirata en vano—. Por favor, vengan adentro.
Los sombreros de paja avanzaron por el palacio en un no característico silencio, su líder abrazado a la espalda de la mayor figura de respeto en todo el país como si fuera una especie de bolso.
—¡Es el rey de los piratas! —Murmuraron algunos de los sirvientes, dando leves reverencias ante el paso de los piratas.
—¿Es legal treparse de esa forma en el shogun? —Preguntó otro.
—Eso qué importa —Dijo una tercera voz—. ¡Mira lo imponentes que son las alas del Rey!
—Qué raro, otro club de fans del trío monstruoso —Ironizó Usopp, con sus brazos tras la cabeza con aire relajado.
—¿Es el cirujano de la muerte? —Otra voz cuchicheó—. Se ve más atemorizante de cerca, siempre creí que el Rey Pirata se quedaría con la Emperatriz Boa Hancock.
—¡Ella es tan linda! —Murmuró otro.
—Sí, pues se quedó conmigo —Law frunció el ceño, expresando sus pensamientos en voz alta—. Y es hasta que me muera, así que ocúpense de sus asuntos y dejen de hablar de los matrimonios ajenos.
—¡Sí! —Bajaron la cabeza en señal de disculpas.
—Piernas negras es increíblemente guapo —Susurró una a los segundos sin levantar la cabeza, ganándose una mirada de Zoro.
—Creo que te han ignorado —Rió suavemente Nami, avanzando por delante de todos ellos.
—Lo lamento, son un poco indiscretos —murmuró Momonosuke, entrando a su gran salón.
—Son graciosos —Sonrió Luffy—. Mi hijo Race también va diciendo lo que piensa sin temerle a las consecuencias.
—Y Ross ni siquiera entiende lo que es una consecuencia —Nami frunció el ceño, tomando asiento—. ¿Dónde están Kin' Y los demás?
—En sus misiones personales —Sonrió Momo—. Yamato terminó su viaje por el mundo hace unos meses, fue a la tumba de Ace hace dos semanas con Tama para dejar flores y no han vuelto.
—Es genial —Sonrió Luffy, sentándose en una de las cabezas de la mesa.
—Lamento interrumpir la plática —Comenzó Law—. Pero, ¿Accidente de hace veinte años?
