Los hijos de Los Mugiwara se ven atrapados en un viaje en el tiempo, cortesía de los experimentos de su tío Franky y compañía.
Tras veinte años en el pasado, deben decidir qué hacer, sin embargo, el más pequeño del equipo se les adelanta, obligándol...
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—¡Festival! —Festejó Luffy, tirando de la mano de Law—. ¡Vamos por comida, Torao!
—Mugiwara-ya, no grites —Law frunció el ceño. La verdad estaba muy cansado de la reunión por la que pasaron hacía unos minutos.
—¿Uh? ¿Te duele la cabeza?
Law recordó la reunión anterior y trató de calcular el porcentaje de éxito que tuvo el debate del que acababan de salir las tripulaciones.
En el palacio, Franky, Robin y Law, habían armado un esquema de cómo creían que funcionaba la linea de tiempo en la que estaban.
Zoro teorizó que eran la primera línea del tiempo en la que ocurría éste fenómeno, puesto que los niños nunca escucharon una anécdota parecida.
Franky respondió que el tiempo era más complejo que eso y que probablemente ya sus versiones futuras habían pasado por ésto, y así las versiones futuras anteriores.
Nami dijo que entonces haber mandado el mensaje al futuro no tenía sentido, porque habrían recordado estar en Wano.
Penguin consideró la idea de la amnesia postraumática.
Chopper la rechazó por la cantidad de personas involucradas.
Sanji dijo que igualmente lo mejor sería quedarse en el país de Wa y esperar que vinieran por los chicos.
Luffy dijo que tenía hambre y que se le antojaba carne de cerdo.
Franky explicó la posibilidad de haber creado o ser parte de un bucle de tiempo desde el momento en que enviaron mensajes al futuro.
Zoro preguntó qué era un bucle, Nami le respondió que era un tonto a lo que él respondió que ella era una bruja.
Usopp pidió que dejaran de pelear.
Bepo pidió perdón.
Brook se rió de rió de todos ellos.
Y así finalizó la primera reunión conjunta de los piratas.
—Mhm —Law acarició su sien con cuidado—. No estoy de humor.
—¡Pero si dijiste que hablaríamos! —Luffy se quejó—. Debes cumplir tus promesas.
—Así es, Law —Nami apareció con una sonrisa burlona—. Cumple tus promesas.
—Nami-ya...
—Yo me llevaré a los niños —Aseguró ella, la verdad le gustaban mucho—. Pero son un millón de Belly por cabeza.
—¡Genial! —Luffy aprobó, Law hizo una mueca para protestar, pero un brazo se afianzó del suyo como si fuese una serpiente —¡Anotalo en mi cuenta, adiós! —Salió corriendo antes de que el cirujano pudiera objetar.
Ante la desaparición, Bell tomó la mano de Race con cuidado y Ross golpeó el hombro de Merry.
—¡Nosotros vamos a explorar! —murmuró el pelinegro mayor en su oreja, aunque la mueca de dolor de su amigo indicó un tono de voz un poco elevado.
