Los hijos de Los Mugiwara se ven atrapados en un viaje en el tiempo, cortesía de los experimentos de su tío Franky y compañía.
Tras veinte años en el pasado, deben decidir qué hacer, sin embargo, el más pequeño del equipo se les adelanta, obligándol...
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—¡Mini capitán usted es tan lindo! —Penguin abrazó a Race, quien comía su desayuno—. ¿Quiere algo más?
—Carne —Dijo el pequeño niño, observando al mayor por un mínimo segundo, Law los observaba a ambos desde la otra punta de la mesa.
Debía reconocer que era indiscutiblemente lindo, tenía ojos grandes, piel impecable y un cabello negro alborotado. Frunció más las cejas, era un niño perfecto, no hacía escándalo para nada y estaba muy bien educado.
—¿Cómo decías que se llama tu padre? —preguntó, el pequeño pasó la página de su libro mientras mordía otro pedazo de carne.
—Luffy.
—¿Tiene una cicatriz en su cara?
El menor levantó la vista unos segundos, encontrándose con los ojos de Law antes de volver a su comida.
—Sí.
Law observó al niño nuevamente, sin duda era hijo de Luffy, es decir, llevaba al menos cuatro ollas de comida y solo estaba desayunando, pero era increíblemente sereno.
Sin embargo, aún se parecía a Luffy en muchas cosas. Era tosco, obstinado y desinteresado.
Law suspiró, rindiéndose ante los pies del más pequeño. No quería encariñarse, pero le parecía fascinante. Tener de nuevo una familia de sangre, y que fuera con el pirata más tonto del mundo que lo tenía secretamente enamorado desde…
—Papá estás haciendo esa cara de nuevo.
—Te dije que Law estaba bien —Suspiró, su corazón se detenía cada momento que el menor se negaba a tutearlo.
—Papa Law, tu cara de sobrepensar —Señaló el menor, ignorando la mitad de lo que Law pidió.
—Lo entiendo, lo entiendo —Law levantó las manos en rendición—. Es solo difícil de asimilar.
—Mhm —El pequeño se bajó de su silla tras un sonido de comprensión, estirando la mano para tomar el libro que estaba en la mesa—. Papá Law, vamos afuera.
—¿Encontraste algo en lo que leías que se pareciera a las piezas que usaron en el futuro?
—No —El pequeño se sentó en el suelo de la cubierta, sintiendo como una enorme cantidad de piratas suspiraban detrás de él y con la imagen de Kena durmiendo en una hamaca con Bepo.
—¿Tienes idea de cómo podríamos contactar? —Law se sintió un tonto por estar preguntando a un niño de cinco años, pero era un niño de años en el futuro, además de su hijo.
—Probablemente mandaran una señal o un par de preguntas de alguna forma —Race se encogió de hombros—. Papá probablemente sabe que Race y yo estamos separados.
—Así que esto es usual —Sonrió Law.
—Solemos hacer lo que queremos —Race tragó la carne de su boca.
