17 | ¿Quién eres tú?

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—¡Uno, dos, tres! —Sora apretó con fuerza la pierna de Sanji antes de apartarse—

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¡Uno, dos, tres! —Sora apretó con fuerza la pierna de Sanji antes de apartarse—. ¿Papi, te dolió?

—No —Sanji rió levemente, meneando algo de pasta de tomate para la cena mientras su hijo y su sobrino mayor, Ross, jugaban en sus pies.

—¡Voy yo! —Un Ross de cinco años apretó con fuerza la otra pierna de Sanji, usando ambos brazos—. ¿Te dolió tito Sanji?

—No —Respondió Sanji probando algo de la pasta, antes de mirar los chicos de reojo y reír—. Allí adheridos no los diferencio de una pequeña bola de musgo y un erizo de mar.

—¡Papi, ¿No te duelen nuestros apretones?! —Sora frunció el ceño, los espirales de sus cejas lo hacían muy chistoso a la vista.

—La verdad es que n- ¡Ross! —Sanji chilló—. ¡¿Me has mordido, sanguijuela descarada?!

—¡¿Te dolió?! —La mirada de orgullo de su sobrino, no impidió a Sanji el propinarle un paletazo en la cabeza.

—¡No puedes morder a las personas!

—¡Pero tío! —Ross acarició su cabeza mientras Sora reía de la escena, al otro lado del mesón, Robin los observaba con cariño mientras daba un biberón a un pequeño bebé de cabellos azules.

—Esas piernas son como un tanque de guerra, niños, fufufu~ —Robin rió—. Lo intentan en vano.

—¡No es justo! —Ross se alejó del mayor en dirección a su mejor amigo, cuando de repente se tropezó y le arrastró hasta el suelo.

Sora, segundos antes de caer, tomó el mantel del mesón y varias copas cayeron sobre ambos.

O eso pensaron.

—¿Están bien? —Preguntó Robin, cuyos reflejos eran excelentes y pudo tomarlas todas gracias a su poder. Ambos chicos se levantaron del suelo con ayuda de Sanji, quien los revisó ardúamente.

—¿¡Se hicieron daño?! —Preguntó revisando a los niños con detalle.

—Estoy bien, tío —Ross apretó sus labios para no decir algo más que pudiera hacerlo recibir un regaño. Sora afirmó con un pulgar arriba después de ver que no tenía raspones.

—Ustedes vándalos... —Sanji suspiró, pateando ambos chicos levemente fuera de la zona de la cocina—. ¡Vayan a fastidiar a Chopper!

—Pero-

—¿¡Pero qué?!

—¡Nada!, ¡adiós tío te quiero! —Ross gritó tirando del brazo de su mejor amigo, indispuesto a que su tío le pegará una segunda vez.

Sin embargo antes de retirarse, Sora escuchó a Robin reír en silencio.

—Así que al final si te lastimaron.

Una aventura de años || One Piece Children AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora