Detrás de la pantalla

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Kiki

La situación de Violeta me preocupaba. Hacía el reposo como la doctora la había mandado, pero algo no iba bien.
Ella se empeñaba en ocultarme su dolor, pero cada vez que me daba la vuelta, suspiraba o ponía mala cara.

Decidí dejarla en casa tranquila con su hermana y acercarme al hospital a ver a la doctora que la atendió el otro día.

Estuve un rato esperando hasta que la vi y fui a tras ella.

- ¿Perdona?.- Dije tocando su espalda e intentando que no se sobresaltase

- ¿Chiara? ¿Has venido con Violeta?

- Hola doctora, siento molestarla necesito hablar con usted. Vengo sola pero tenemos que hablar de Violeta

- ¿Un café?

- Quizás mejor una manzanilla

- Pues vamos a mi despacho que allí tengo máquina

- Gracias y siento abordarla así, es que no sabe lo agobiada que estoy

- ¿Mama primeriza?

- Si, pero no me preocupa Mara. Vinimos el otro día a una revisión y nos dijeron que está bien

- Pues cuéntame que le pasa a Violeta

- Tiene mucho dolor, tanto en la fisura de la costilla como en la parte baja de la barriga e incluso a veces dice que la duele el útero

- ¿Y en la revisión la dijeron que todo bien?

- No dijo nada. Solo la vieron a Mara. Además tampoco la preguntaron. A mi no me gusta nada la ginecóloga que la lleva, se preocupa poco, en cinco minutos suele pasar consulta

- ¿Cuanto le queda de embarazo?

- Hace dos días hizo veinte semanas. La fecha prevista de parto es el quince de noviembre

- ¿Y como es el dolor? ¿Agudo? ¿Pinchazos?

- El de la costilla, es constate y diría que es del que menos se queja. El del útero son pinchazos bastante constantes y un siete y ocho de dolor y los de la parte baja constantes y un cinco de dolor. No se qué hacer para ayudarla

- Quiero llevarla yo lo que queda del embarazo. Voy a pedir el cambio de médico y el historial y la voy a llamar ahora para que venga. La voy a decir que te he llamado a ti pensado que era su número y que tú ya estás de camino. Vas a recibirla a urgencias y yo apareceré a buscaros como si no hubiéramos hablado

- Gracias mil gracias

- No es nada. Jamás a venido ningún padre, ni ninguna madre tran preocupados por su pareja embarazada como tú

- Gracias doctora. Voy a esperarla en urgencias

Baje por las escaleras bastante mejor de como había llegado. Había dado con una doctora que se iba a preocupar de verdad por Violeta y Mara.
Decidí ir al coche para levantar menos sospechas. Justo cuando estaba llegando al coche me llamó Violeta

- Hola amor

- Me han llamado del hospital. Bueno se que a ti también, vamos Almu y yo para allá