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Kiki

Desde que la pequeña Emma había venido al mundo, la vida había llevado esa velocidad que tan poco me gusta.

Todo iba a tal velocidad que Vio estaba hoy en su examen final del máster, es decir, estábamos en junio, exactamente a viernes seis.

Nuestra pequeña ya era toda una granuja, se sentaba, empezaba a comer solido y gateaba a unos niveles que nunca nos hubiéramos podido imaginar, pero lo normal de tener casi siete meses. Y eso no era todo, se ponía de pie, no andaba pero se agarraba a las cosas y se ponía de pie, también aprendió dos palabras no y mamá, pero no porque supiera lo que significa sino por la repetición de sílabas, no decía mama como tal, era más bien un "mamamama". Ya tenía los ojos claros y eran verdes no como los de Almu, sino más bien como los míos, verde intenso.

La pequeña Emma también había creído bastante, tenía casi dos meses y hacía lo mismo que Mara a su edad. Principalmente dormir y comer. Seguía pareciendose de más a su tía Violeta, con su piel más ocurita, el pelo castaño y esos ojos que pintaba que iban a ser oscuros y no claros como los del padre.

Había decidió que mientras Vio hacia el examen iba a estar un rato con Almu y Emma, pero mi pequeña decidió estar rebelde, y tontorrona, no con envidia de Emma ya que cuando estaban juntas la adoraba y la miraba dormir, pero hoy no estaba bien.

- Mara cariño, mama va a venir en un rato, estate tranquila

La peque no paraba de tirar los juguetes, llorar y  decir a todo que no. La cogí para intentar calmarla, pero nada funcionaba, hasta que la vi la boca abierta y vi que le estaban saliendo los dientes, no sabia que hacer por lo que llame a mi madre

- Hola Chiara cielo, te hacía en el estudio

- Vio tenía examen, el último y me he quedado con Mara

- ¿Y por que llora? La oigo desde aquí

- La están saliendo los dientes y no se qué hacer. No para de llorar y a todo dice no y todo lo tira

- Amor eso duele mucho. Tendrás que controlar que no la de fiebre, y ponerla hielo. ¿No te di unos mordedores que se llenan de agua y se congelan?

- Ay síii, están en el congelador

- Dale uno y vigila la fiebre amor. Si le sube ya sabes apiretal. Intenta que duermavy dale muchos besos de parte de su Abu

- Valee mama gracias

- Emma, ¿está bien?

- Si mejor que está enana

- Me alegro cariño, besos para todos

- Gracias

Colgué a mi madre y fui a por el mordedor y pareció gustarle, aunque a mí los colores que le empezaban a salir en las mejillas no tanto. La puse el termómetro y tenía treinta y ocho, por lo que la tocaba apiretal. Para que no se lo tomara con el estómago vacío intenté darla un yogur, pero no fue bien y el yogur acabo en todos los lados menos en su barriga, por lo que la di el apiretal y la puse en su cuna a dormir.

Decidí prepararla unos helados caseros para los dientes, por lo que triture plátano, fresas, manzana y leche, lo puse en unos moldes y lo congele para que los tuviera bien fríos.

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