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Vio

Anoche vivi una de las mejores nochebuenas que recuerde. En casa de los Oliver Williams todo era muy especial.

Te levantabas y ya olía a navidad. Había como una tradición en la que nos involucraron a todos y fue muy bonito.

El día comenzó con una foto familiar tras desayunar, una con nuestros pijamas a juego. Lo siguiente fue meternos todos en la cocina cada uno con una misión. Joey era el que tenía la misión más importante, vigilar a Mara, luego el resto nos dividimos en dos equipos, el equipo cena liderado por Emma y seguido por Jass, mi hermana y yo y el equipo comida liderado por Josep y seguido por Kiki y Alex.

En esta casa por la noche se cenaba contundente, Emma prepara carne y pescado, embutidos, mariscos y varias guarniciones, por lo que el equipo comida preparba solo canapés y algo para picar pero poco. Ya que perferian llenarse por la noche.

Yo tenía que parar para dar de comer a Mara, por lo que el pequeño Joey me hacia el relevo. Aunque eso también se lo hacía a Kiki, ya que cuando la peque se ponía a llorar de forma insoportable Kiki debía ir con ella.

Cuando llegó la cena fue muy guay eso de no tener que cambiarse de ropa y emperifollarse, estábamos todos en pijama y todos iguales.

A la cena no le faltó nada. Primero sacamos los entrantes un poco de embutido, lomo, jamón y queso y unos langostinos. Luego llegó el plato fuerte, había para elegir entre carrilleras, pollo asado o lubina al horno, a elegir con una o varias guarniciones, que eran, puré de patatas, verduritas cocidas con una salsa muy rica que me había enseñado a preparar y las míticas patatas fritas.

Mi hermana, Alex y yo nos mirábamos sin saber que elegir hasta que Kiki nos dijo que ellos siempre comían un poco de todo y que con ello al día siguiente hacían croquetas para comer el día veinticinco. Por lo que nos unimos a su tradición sin saber muy bien cómo mañana iban a hacer croquetas con todo esto y les iba a dar tiempo a comerlas.

Tras la cena llego el momento favorito de Joey, el karaoke. Lo que al pequeño no le gustó tanto fue que hubiera tres cantantes profesionales en su casa ya que el enano con bastante razón decía que eso eran trampas.

Tuvimos la mala suerte de que Mara se pusiera a llorar a las seis de mañana y de que no hubiera narices a calmarla. Ni en el pecho, ni en los brazos de Kiki por lo que decidimos bajar al salón donde había un piano a intentar calmarla. Y aunque eso funcionó, también hizo que Joey bajase y viera que había venido papá Noel y que había más regalos que nunca, por lo que despertó a todos incluidos Alex y mi hermana.

Josep saco una cámara que según Kiki nos explicó, eso daba pie a empezar a abir los regalos tenían todos grabados, desde las primeras navidades de Kiki.

El primero fue el enano, quien no se esperaba tener tal cantidad de juguetes. Lo que más tenía eran puzzles, que era a lo que mas le gustaba jugar ya que no necesitaba a nadie para hacerlo.

Le siguió Jass, quien cuando abrió los regalos supo enseguida cuáles eran los nuestros y cuáles los de sus padres. Fue muy agradecida

Decidimos que siguieran los integrantes de la casa por lo que le dijimos a Emma que abrirera los suyos, no se esperaba que nosotros la hubiéramos comprado nada por lo que cuando vio que tenia mas de uno lo que solía tener siempre se emocionó. Al igual que Josep tampoco se esperaba que nosotros hubiéramos puesto regalos para él.

Después los abrió Kiki, a la que la regalaron un montón de ropa y un collar con una "m"

Mi hermana, Alex y yo también tuvimos regalos, pero esperamos a abrirlos ya que el pequeño se aburría y dejamos que abriera los de Mara y Emma, por qué en esta casa hasta la pequeña de mi hermana que aún no había nacido tenía regalos.

Los regalos para las benjaminas de la casa eran los mismos, unos conjuntos de ropa, y sus primeros juguetes para la bañera, como un cuento acuático y algún animal marino y mordedores que iban al congelador para lo que nos venía en un futuro.

Los regalos para Almu, para Alex y para mi eran iguales que los de Kiki, ropa y un colgante, el mío si que era igual que el de Kiki, una "m", sin embargo el de mi hermana y Alex llevaba una "e"

Después desayunamos tostadas con salmón ahumado para algunos ponerse a jugar como Kiki, Alex, Jass y Joey y otros ponerse a hacer las croquetas como Josep. Esta vez era él el que llevaba el mando de la cocina. Mi hermana y yo sabíamos hacer croquetas pero jamás nos hubiéramos imaginado el método que el tenía para hacerlas.

Lo primero que hacía era deshuesar o quitar espinas, para dejar la carne limpia. Después lo troceaba todo por montones, uno para el pescado, otro para el pollo, otro para las carrilleras y otro para los langostinos. Lo pesaba todo y hacía la suma y con eso picaba dos cebollas en trozos muy pequeños y hacía una bechamel con dos kilos de harina. Cuando la bechamel está hecha, le ponía una parte a cada elemento picado antes. Luego por partes lo llevaba al fuego con gelatina que había hidratado antes y lo llevaba a la nevera dos horas. Después sencillo huevo, pan rallado y a freir.

La verdad que jamás se me había ocurrido hacer algo así, pero fue increíble, las croquetas estaban buenísimas y fue una comida increíble.

- Te voy a copiar esta idea. Me ha parecido increíble y están buenísimas todas

- Así empezamos a introducirle el pescado a estos niños. Aunque hemos tenido suerte porque dos de tres comen genial desde bebés

- Adivino, Kiki comía mal

- Si

- Lo sigue haciendo. Hay veces que cocino y se niega a comérselo

- Chaira, se molesta en cocinarte, debes comertelo

- Mama

- Ni mama ni mamo. Ella se molesta en cocinarte y tu debes comertelo

- Gracias Emma

- Si algún día no come, al día siguiente no la cocines, verás como espabila

- Así lo haré

- Oye vaya dos. Fue un día y porque no me voy a comer unas judías para ir al estudio

- Luego te tiras peditos. Yo con las judías me tiro pedos y huelen mal

- Joey, estamos en la mesa

- Perdón mama, pero seguro que Kikita no comió judías por eso

- Vale ya

La tarde la pasamos jugando a lo que el pequeño quería ya que al día siguiente nos íbamos.

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