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Vio

Hoy era uno de los días más importantes y especiales de mi vida. Hoy me casaba con el amor de mi vida.

Estaba todo perfectamente planeado. Ella estaba preparándose con Alex y Rus, mientras que yo estaba con mi hermana las niñas y Gabi.

Las pequeñas estaban dando bastante guerra por lo que Jass se había ofrecido a venir a buscarlas y encargarse de ellas y la verdad es que se lo agradecía. Las peques la adoraban.

Almu y yo estábamos listas por lo que nuestro hermano nos llevaría al altar. Su pequeño sería el enano de las flores e iría delante de nosotras, y nuestras niñas las de las arras.

Al caminar hacia donde estaban Kiki y Alex, sentí unos nervios que no podía contener. Ya había visto como iban a ir, pero verlos a los dos ahí quietos esperándonos me hacía no saber actuar.

Al llegar a ellos no pude prestar atención a lo que decía el concejal que oficiaba las bodas, no podía parar de pensar en lo guapa que estaba Kiki, en lo bien que le quedaba el maquillaje, el vestido, y las ondas del pelo. Empecé a pensar con el clítoris mas que con la cabeza, pero por como me miraba Kiki suponía que ella estaba pensando lo mismo que yo.

Llegó el momento anillos y nuestras pequeñas dadas la mano y con ayuda de Jass se acercaron a nosotras a darnos las alianzas. No podían ser mas monas. Iban vestidas iguales, con un vestido verde y blanco, con unas florecitas en el pelo.

Tras el si quiero y un beso que se me hizo súper corto, pasamos al cóctel antes de la comida.

- La próxima vez no me beses tan poco tiempo

- Cariño no es que no te quiera besar, es que si lo hacía más tiempo íbamos a tener que irnos a hacer otras cosas

- Boba

- Mama mama

- Mara

- La poto

- Si cariño las fotos

Como bien nos habia recordado la pequeña, tocaba el momento foto. Al ser pocos no tardamos mucho en hacérnoslas. E incluso pudimos hacer mas fotos de las que tocaban.

Tras las fotos y el cóctel pasamos al salón a comer. Al ser tan pocos decidimos hacer algo que no se solía ver en todas las bodas, comer todos juntos en la misma mesa. Todos eramos familia y nos merecíamos estar juntos.

Hubo un pequeño momento entre los entrantes y el primer plato que vi mal a mi hermana por lo que la saqué fuera para ver si la podía ayudar

- Me duele que no estén papá y mamá

- Lo se pequeña a mi también me duele, pero ellos lo han querido asi

- No puedo evitarlo Vio

- Lo se y es normal. Aunque hay mucha gente ahí dentro que te quiere y quiere que estés bien

- ¿Estáis bien?

Nos giramos a ver quien preguntaba, era Emma, mi suegra, que se situo en medio de las dos para abrazarnos

- Echamos de menos nuestros padres

- Ellos han querido no estar aquí. Vosotras no habéis hecho nada malo, es muy muy normal lo que sentís, pero imaginar por un momento que os habéis pasado años de vuestra vida mintiendo a las pequeñas Mara y Emma, y que luego ellas ya no se pueden fiar de vosotras. ¿Entenderías que las pequeñas no quisieran hablar con vosotras?

- Si, entenderíamos que nos odiase

- Pues es lo que le ha pasado a vuestros padres. No se puede mentir a un hijo por protegerle, porque cuando se entera de la verdad ve que ha vivido engañado y que la confianza se pierde

- Gracias Emma

- Además para mí sois casi mis hijas y os voy a ayudar al igual que a Chiara, Jasmine y Joey

- Gracias

- Ahora pensad en esa gente os ama, y que queda mucho por celebrar. Una no se casa con el amor de su vida todos los días.¿Vamos?

- Sii

Tras las palabras de Emma todo fue rodado, la comida fue bien, al igual que el resto de la boda.

Nos costó muchos elegir donde sería la luna de miel, Alex y Kiki nos convencieron para hacer un super crucero por la costa mediterránea, a las diez de la noche teníamos que estar en Valencia, por lo que sobre las ocho nos iríamos al ave. La madre de Kiki se llevaría a las dos pequeñas a Menorca donde sin duda alguna estarían perfectamente cuidadas.

Tras mucho mucho baile y muchas chuches de la mesa dulce, nos cambiamos y nos fuimos a Atocha. Despedirse de Mara fue lo más difícil. La pequeña lloraba porque se quería venir pero no podíamos llevarla con nosotros asi que tras muchos lloros y muchos besos se quedó con su Abu.

Al llegar a atocha tuvimos que correr para pillar al tren. Ya una vez sentadas vimos que Alex y Almu iban delante nuestra

- Va a ser increíble

- Ya pero Mara

- Mi madre es una excelente abuela, Mara estará muy bien

- No me preocupa que se quede con tu madre, me preocupa que no esté bien porque nos eche de menos

- La llamaremos y estará bien. Al igual que Emma estará genial

- Si lo se pero no se

- Tranquila anda

- Está bien

- Tu única preocupación debe ser no tener suficiente cócteles y sexo

- Vaale

- Hablando de sexo, casi te arranco el vestido en la ceremonia

- Yo también pensaba más con el clítoris que con otra cosa

- ¿Ah si? ¿Y que pensabas?

- En meterme bajo el vestido que ver que escondías

- Pues te hubieras llevado una sorpresa. No había ropa interior

- Yo tampoco llevaba

- Lo se. Tu traje era ceñido al cuerpo y no ser veía ni rastro de ropa interior

- Vamos a cambiar de tema que no quiero que tengamos que ir al baño del tren

Cambiamos de tema o más bien Kiki lo hizo, puso música y eso nos relajo bastante a nivel que casi nos dormimos. Menos mal que Almu y Alex estaban más atentos. Al bajar cogimos un taxi hasta donde salia el crucero. Lo que no me imaginaba es que por dentro era como un hotel, nos asignaron habitación, nos dieron la llave y nos llevaron las maletas.

Antes de entrar nos despedimos, sabíamos perfectamente que no nos veríamos hasta la mañana siguiente.

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