Kiki
Hoy era uno de los días más especiales del año. Hoy el amor de mi vida cumplía venticuatro años.
Tenía muchísimas cosas preparadas para hoy, aunque no pudiera llevarlas a cabo desde primera hora de la mañana ya que tenía su primer examen presencial.
Tanto Alex como yo teníamos la misma idea de día para nuestras chicas, ya que pensamos juntos que hacer el día de sus cumpleaños. Cada uno iba a prepararle una comida íntima y a solas, luego por la noche nos reuniríamos con Gabi y Rus, que eran las únicas que estaban por Madrid.
La mañana de hoy la pasaría sola con Mara, debía estar pendiente de ella y a la vez hacer de comer para Vio y la cosa no iba muy bien. Mara quería estar todo el rato encima mía, no se contentaba ni en la mochila de porteo, cada vez que se dormía y la dejaba lloraba, por lo que hice lo único que se me ocurrió, pedir comida, así podría atender a la pequeña sin estar pendiente de tener nada en el fuego. Probe a entretenerla con música, pero solo quería brazos por lo que no puede hacer otra cosa que tenerla encima.
La pequeña de la casa en este segundo mes de vida había aprendido a reconocer voces y a sonreír y tenía la misma sonrisa que su mamá, una que me volvía loca.
Llegó la comida y me puse a ponerla en los platos y en la mesa, cuando me llamó mi madre
- Hola mama
- Hola cariño, ¿como estais?
- Bien, aquí poniendo la comida que Vio está al llegar
- Ya he hablado con ella antes del examen
- ¿Y que tal?
- Bien cariño, aunque me ha dicho algo raro
- ¿El que?
- Me ha dicho que casi no tiene relación con su familia, no con Almudena, sino con sus padres
- Ya mama desde que paso lo de nochevieja no tienen tanta relación, pero es normal, no aportan nada y solo que quejan
- Cariño, no te lo digo porque quiera que Violeta tenga una relación con su familia. Te lo digo para que la apoyes en esta decisión que ha tomado, no siempre se puede tener relación con la familia
- Vale mama gracias
- No es nada tranquila. Pasadlo bien
- Gracias
Colgué a mi madre y seguí preparando la mesa para cuando llegara la gordi. En cuanto entró dijo hola y la pequeña movió la cabecita hacia el sonido como si supiera que mama había llegado
- Estamos en la cocina
- ¿Que tal mis niñas?
- Bueno, alguna se ha pasado la mañana dormida en mis brazos y llorando cada vez que la soltaba
- Podría ser yo perfectamente
- Es que Mara eres tú, tiene tu sonrisa con hoyuelo. Ven que la comida ya está. Iba a cocinar yo, pero está niña no me ha dejado y he terminado pidiendo comida, espero que no te importe
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Detrás de la pantalla
FanfictionFotografía y música se unen en una historia de amor y sorpresas