Ayúdame.

Capitulo Nueve

Antes de que pudiera decir algo llegaron Euge y Nico, tomados de la mano. Lali bajó la cabeza y supuse que simulaba leer. Euge se acercó a ella y le dió un beso en la mejilla.

-Hola, amiga -sonrió.

Lali se llevó la mano al lugar donde la habia besado y la miró sorprendida.

-Y-yo te juro que no quería pero nose me salió así... -Dijo Euge apenada por su anterior echo.

-No pasa nada -Lali sonrió apenas -Es que... hace mucho no me saludan de esa forma.

-¿Ah no? -preguntó Nicolas.

-No. Mucha gente no me quiere tocar por miedo a contagiarse... de mí.

-¿Tenés alguna enfermedad?

Lali volvió a negar y fijó sus ojos nuevamente en el libro. 

-Pero nosotros no somos así. Sé que recien te conocemos pero... ¿Contagiarnos de qué? -Euge se agachó a la altura de Lali y la tomó por la pera -Sos maravillosa, Mariana. Tengo presentimiento que vamos a hacer unas muy buenas amigas y una gran familia -le sonrió. Lali le devolvió el gesto y le estiró una de sus manos.

-¿Amigas?

-Amigas -Dijo Euge estrechando las mismas.

-Podés llamarme Lali, ese apodo me lo puso Peter, me gusta -sonreí.

-Bueno, Lali. -se sentó a su lado -¿Qué cosas te gustan? Además de los libros, claro.

-La música, tarareo algunas pero cuando estoy sola. Soy muy tímida -se notaba, cuando contaba esto se le sonrojaban las mejillas.

-Veo -miró sus muñecas -¿Te gustan las pulseras también, no?

Lali se puso algo nerviosa. Tomó aire y siguió.

-Sí, me encantan.

Era obvio que estaba mintiendo, pero ella no sabe que yo sé lo que se hace. No es nada lindo y en cualquier momentro tendríamos que hablar de esto. Si es a solas mejor.

El timbre sonó anunciando que ya era hora de nuestra primer clase del día.

Las chicas se pararon y sacudieron un poco el pasto y en caso de Lali, cerró el libro y lo guardó en la parte delantera de su mochila. Entramos todos en la misma clase.

Nada interesante, yo y Nicolás nos burlábamos del profesor Fernandez, que se había echo un corte extremadamente ridículo intentando parecerse un ''adolescente'' sin éxito. Euge hacía un dibujo en su cuaderno y ¿Lali? Ella no hacía nada, estaba sentada algo curveada sobre la silla con los codos en la mesa y sus manos tomando sus mejillas. 

-¿Lanzani me quiere decir de qué se ríe? -me preguntó ya que Nico dijo algo tan gracioso que no pude evitar.

-No, de nada.

-Qué sea la última vez. Para usted Riera también, lleva tres faltas esta semana sabe.

-Claro -Nico trató de sonar formal pero estaba tratando en lo posible de aguantar la risa.

(...)

A la salida nos reunimos con Gastón, Rocío, Euge, Nico y Lali en la puerta del colegio.

-¿Che quieren venir a mi casa hoy? -preguntó Euge.

-¿Vas a poner TeenAngels? -Consultó Nico.

Euge asintió.

-Entonces voy.

-¿Ustedes? -volvió a preguntar Euge.

-Yo no tengo problema -Rocío siempre se aburría en casa.

-Yo menos -Gastón.

-Yo veo, tengo que estudiar un poco más -dije dudando -¿Y vos, Lali?

-Quizás sí -dudó.

-Dale vení, no vamos a hacer nada fuera de lo común -sonrió Euge.

-Bueno, tal vez vaya.

Nos despedimos, le pregunté a Lali si quería que la acompañara a su casa pero nuevamente negó. Cruzó la calle y se dirigió al parque dónde iba siempre a la salida del colegio.

Llegué a mi casa y a esta hora no había nadie en ella: Mi mamá se iba a trabajar, mi papá igual y Victorio iba en turno tarde al Mandalay.

Me hice un sanwich con una de las milanesas que sobraron anoche, tomé mis cosas y subí.

Ni bien entré a mi habitación saqué libros y cuardenos y comencé a armar resúmenes mientras almorzaba.

(...)

Decidí ir a la reunion de Euge así que ya me encontraba en mi coche rumbo a su casa.

Cuando llegué estaban todos, menos Lali.

-Peter, ¿Sabés si viene Lali? -preguntó Euge con ilusión de que ella apareciera.

Antes de que yo pudiera contestar sonó el timbre.

-¡Es Lali! -gritó Euge mirando por la ventana.

Me acerqué a la misma y ahí la ví. Tenía sus manos en los bolsillos traseros de su short de jean. Con su dulce colita. Una musculosa negra sin diseños y unas zapatillas de cuerina, también negras.

(...)

Luego de pasar una hora llena de charlas y risas por parte de los chicos miré a Lali, parecía feliz con las chicas, eso sí, no decía nada. Pero de vez en cuanto se la escuchaba carcajear por lo bajo. Me fascinaba verla así, cuando la conocí era tan distinta...

Pero hay algo de ella que todavía me carcome, ¿Se acuerdan que les dije que iba a conversar con ella sobre los cortes? Bueno, es el momento indicado.

-Lá, tenemos que hablar.