El caos en la vida de Eloise había alcanzado su punto máximo. Después de que el hotel donde se hospedaba con su equipo legal y de trabajo fue invadido por la prensa, se vio obligada a regresar a su departamento en Miami. La idea de volver a un espacio conocido debería haberle traído algo de paz, pero en lugar de eso, solo incrementó su ansiedad. Su hogar, que alguna vez había sido su refugio, ahora se sentía como una prisión en medio de una tormenta mediática que no podía controlar.
El día siguiente fue un torbellino de reuniones interminables. Eloise se encontraba en una vorágine de juntas con abogados, tanto los suyos como los de Marvel. La situación era crítica, y aunque sabía que estaba bien respaldada, la presión de la batalla legal y la implacable atención de los medios la estaban afectando de una manera que nunca había experimentado antes.
Mientras se encontraba en su departamento, rodeada de documentos legales y con su teléfono sonando constantemente con mensajes y correos electrónicos, sintió que su ansiedad empezaba a desbordarse. Intentó calmarse tomando un café, pero sus manos temblaban tanto que apenas podía sostener la taza. Su respiración se volvió más rápida, superficial, y un sudor frío comenzó a recorrer su frente. La habitación parecía cerrarse a su alrededor, y todo se volvió borroso.
El café se le cayó de las manos, derramándose por el suelo mientras su visión se nublaba. El aire se le hacía insuficiente, como si el oxígeno simplemente no llegara a sus pulmones. Su corazón latía con fuerza desbocada, y el pánico la envolvía por completo. Era un ataque de ansiedad como nunca antes había experimentado.
El sonido de alguien tocando a la puerta llegó a sus oídos, pero era como si estuviera a kilómetros de distancia. No podía distinguir nada, su mente estaba sumida en un caos absoluto. Intentó levantarse, pero sus piernas no la sostuvieron, y cayó al suelo, rodeada del café derramado, su cuerpo temblando incontrolablemente.
La puerta se abrió de golpe. Su amiga y manager, Kate, había llegado junto con Robert Downey Jr. y Sebastian Stan. Kate, que tenía una llave del departamento, había venido preocupada después de no recibir respuesta de Eloise durante horas.
—¡Elo! —gritó Kate al ver a su amiga en el suelo, corriendo hacia ella.
Robert y Sebastian entraron detrás de Kate, con el pánico reflejado en sus rostros al ver a Eloise en ese estado. Robert se arrodilló rápidamente a su lado, tomando a Eloise en sus brazos como si fuera una bebé, mientras Sebastian intentaba calmar a Kate que también comenzaba a alterarse.
—Elo, tranquila, estamos aquí —susurró Robert, manteniendo la calma en su voz, aunque por dentro estaba profundamente angustiado—. Todo va a estar bien, respira conmigo, respira profundo.
Eloise estaba demasiado desorientada para comprender lo que estaba sucediendo a su alrededor. Su respiración seguía siendo irregular, y sus ojos se movían sin enfocarse en nada. Robert la sostuvo con firmeza, meciéndola suavemente como si intentara calmar a un bebé. La rodeó con sus brazos, protegiéndola del caos que la rodeaba, tratando de traerla de vuelta a la realidad.
—Elo, escúchame —continuó Robert, su voz baja y tranquilizadora—. Estoy aquí. Respira conmigo. Uno, dos, tres... respira, solo respira. Nada más importa ahora, solo respira.
Sebastian se arrodilló a su otro lado, tomando su mano temblorosa y hablando con la misma suavidad.
—No estás sola, Elo. Estamos aquí contigo. No tienes que pasar por esto sola. Solo escucha a Robert, sigue su voz.
Con sus amigos a su lado, poco a poco, Eloise comenzó a calmarse. Los latidos de su corazón empezaron a desacelerarse, y su respiración se volvió más profunda, más controlada. Aunque seguía sintiéndose débil y vulnerable, el pánico empezaba a desvanecerse, sustituido por una abrumadora sensación de agotamiento.
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La Influencer que conquistó Marvel
De TodoEloise Wells es una influencer que nunca imaginó que su pasión por las redes sociales la llevaría a las alturas de Hollywood. Desde su humilde comienzo en México hasta su vida actual en Miami, Eloise ha conquistado el mundo digital con su carisma y...