Los últimos dos días habían sido como un sueño para Eloise y Chris. El pequeño paraíso escondido en las montañas de Lake Arrowhead les había ofrecido justo lo que necesitaban: tranquilidad, romance y una desconexión total del mundo exterior. Se habían dedicado a pasear por los alrededores, disfrutar de largas conversaciones y, sobre todo, a estar juntos sin interrupciones.
Ahora, en su última tarde en la cabaña, ambos estaban en la cocina, compartiendo una tarde relajada mientras preparaban la cena. Chris estaba encargado de la parrilla, y Eloise picaba verduras para la ensalada en la pequeña mesa de la cocina. Todo parecía perfecto, el ambiente relajado, las risas suaves, hasta que el teléfono de Eloise comenzó a sonar.
Ella miró la pantalla, reconociendo el número inmediatamente. Su madre. Hacía tiempo que no hablaban, y aunque Eloise sentía esa familiar punzada de ansiedad en el estómago, decidió contestar. Sin embargo, con las manos ocupadas en la ensalada, lo puso en altavoz sin pensarlo mucho.
—Hola, mamá —saludó con un tono educado, esperando una conversación casual, aunque algo distante.
La voz de su madre se escuchó al otro lado, pero en lugar de un saludo, comenzó a hablar directamente, sin preámbulos ni amabilidad.
—Eloise, necesito que me mandes dinero ahora mismo. Tu hermano se ha metido en problemas legales, y no tenemos cómo sacarlo de esta —dijo su madre, sin rodeos.
La brusquedad de la solicitud, y el hecho de que su madre ni siquiera se molestara en saludarla o preguntar cómo estaba, dejó a Eloise inmóvil. Su mirada se encontró con la de Chris, que ya había notado el cambio de tono en la conversación y se acercó, preocupándose por lo que estaba por venir.
—Eloise, ¿me escuchaste? Te estoy diciendo que tu hermano está en problemas y necesita dinero. ¡Deja de hacerte la tonta y ayúdanos de una vez! Tú, con toda esa fama de Hollywood, ahora tienes la obligación de ayudar a tu familia. ¡Te debemos la vida que tienes! —su tono era cortante, lleno de resentimiento, como si Eloise hubiera cometido un crimen al tener éxito.
Eloise, con la voz temblorosa, intentó razonar.
—Mamá, siempre he intentado ayudarlos, pero no puedo solucionar todos los problemas de mi hermano. De seguro otra vez está con sus apuestas, se ha metido en cosas que no puedo arreglar. Y no me puedes pedir esto sin siquiera... ni siquiera me has hablado en el último año y ni siquiera me felicitaste en mi cumpleaños como todos los años... —su voz se quebró, la tristeza comenzando a apoderarse de ella.
Pero lo que vino después la golpeó como una bofetada.
—¿Felicitarte? ¿Crees que te iba a felicitar después de todo lo que me he enterado de ti? —dijo su madre, su tono lleno de veneno—. ¡No! Hace meses vino pablo, ya sabes de quién hablo, y me contó todo lo que has hecho para llegar hasta donde estás.
Eloise se quedó helada. Chris, que estaba a su lado, dejó de cocinar y la miró preocupado, su rostro ya comenzaba a mostrar signos de enojo. Sabía que algo muy grave venía al escuchar el dichoso nombre del ex.
—¿Qué te inventó esta vez? —preguntó Eloise, aunque sentía que no quería escuchar la respuesta.
—Me contó todo lo que hiciste para llegar a Hollywood —continuó su madre, con una voz que no mostraba ni un rastro de amor maternal—. Me dijo que te habías acostado con directores, productores, ¡incluso con Robert Downey Jr.! ¡¿Cómo crees que se siente una madre al escuchar eso?! ¡Crié a una prostituta que se metió con medio Hollywood para llegar a donde está! ¿Y ahora crees que mereces que te hable? ¡No, Eloise! No te he escrito porque me diste asco.
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La Influencer que conquistó Marvel
De TodoEloise Wells es una influencer que nunca imaginó que su pasión por las redes sociales la llevaría a las alturas de Hollywood. Desde su humilde comienzo en México hasta su vida actual en Miami, Eloise ha conquistado el mundo digital con su carisma y...