La Influencer que conquistó Marvel

Capítulo 131

pov Sebastian:

Esa noche en el hospital, mientras observaba cómo dormía, cada momento que había compartido con Eloise volvía a mi mente como una cinta de recuerdos que nunca quise apagar. Desde el primer día que la conocí en el set de Marvel, Eloise me pareció alguien excepcional. Había algo en ella que destacaba en cada palabra, cada gesto. Su risa y su espontaneidad iluminaban cualquier rincón. Recuerdo que desde esos primeros encuentros sentí una conexión, una chispa que no había experimentado antes, y aunque traté de ignorarla al principio, cada día se hacía más fuerte.

Pasaron los años, y fui testigo de los altibajos de su vida. Estuve ahí cuando enfrentó la pesadilla del juicio, una situación que la puso a prueba como nunca. Aquellos días fueron oscuros y difíciles; verla soportar la presión, las miradas, las críticas y el dolor me partía el alma. Cada sesión, cada día de ese proceso, sentía que estaba perdiendo una parte de sí misma, que se quebraba un poco más. Me mantuve a su lado, apoyándola como pude, siendo ese pilar en el que pudiera recargarse, aunque cada vez que la veía romperse, sentía que algo dentro de mí también se rompía. Uno de esos días fue especialmente doloroso. Ibamos llegando a su edificio y nos encontramos con Kate y apenas cruzamos la puerta, Eloise se desplomó en mis brazos, vencida por la ansiedad y el peso de todo lo que cargaba. Su respiración era irregular, su cuerpo temblaba, y en sus ojos vi el miedo más profundo, el terror de alguien que siente que su vida se desmorona. La abracé con fuerza, susurrándole que no estaba sola, que todo esto terminaría y que estaría allí para ella, sin importar lo que sucediera.

Después del juicio, contra todo pronóstico, Eloise salió victoriosa. La vi levantarse, reponerse, caminar con una fuerza renovada. El brillo en sus ojos volvió, y con cada paso, mostraba al mundo y a sí misma que era capaz de sobreponerse a cualquier cosa. La energía que emanaba después de aquella victoria era inspiradora; parecía otra persona, alguien que había decidido reconstruirse desde las ruinas. Fue entonces cuando decidí invitarla a una escapada, algo que ambos necesitábamos para despejarnos de tanto dolor y estrés. Nos fuimos juntos de viaje, y esos días fueron como un respiro en medio de tanta tormenta. Eran días simples, felices. Paseábamos, reíamos, y en esos momentos todo parecía perfecto, como si el tiempo se hubiera detenido solo para nosotros. Por primera vez, estuve a punto de confesarle mis sentimientos. Quería decirle que la amaba, que cada uno de esos momentos me hacía sentir que ella era la única persona con la que quería compartir mi vida. Pero el miedo me paralizó, el temor de que una confesión arruinara lo que ya teníamos. Así que, una vez más, guardé silencio, escondiendo lo que sentía, convencido de que no era el momento adecuado.

Con el tiempo, decidí que lo mejor sería alejarme. Era claro que mis sentimientos no desaparecerían, pero no podía seguir ocultándolos mientras intentaba ser solo su amigo. Me forcé a distanciarme, a contarle de citas que no eran lo que en realidad pasaba, a forzarme entrar en una relación para olvidarla, a no escribirle tanto, a limitar los encuentros, y aunque me dolía, pensaba que era lo mejor. Poco a poco nos distanciamos después se fue a grabar a Los Angelés y poco a poco volvimos como simples amigos, ella entró con el nuevo proyecto y yo estaba con mi anterior pareja, no mentiré al decir que estuve con ella pero no sentía lo mismo que sentía por Eloise aunque suene como un hijo de puta. Fue en esa época cuando Eloise comenzó a hablar cada vez más con Chris, hasta que llegó su cumpleaños y se hicieron novios. Ella era feliz, y aunque eso debería haberme alegrado, lo único que sentía era una tristeza amarga. Sabía que era egoísta de mi parte, pero verla con alguien más hacía que todo el esfuerzo que había hecho por alejarme se volviera inútil. Traté de mantenerme en su vida como amigo, aunque cada vez que ella hablaba de Chris, sentía que se me rompía un poco más el corazón. Aún así, decidí respetar su relación y quedarme a su lado en silencio, aunque eso significara aceptar que mi amor no era correspondido.