Capítulo 90: Capítulo 90: La Calidez y el Refugio de una Familia

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Un episodio muuuuuy largo disfruten :)

Estar con los Downey siempre había sido un alivio para Eloise, y después de días de angustia y dudas, esa calidez familiar se sentía como un bálsamo necesario. La tarde y la noche anterior la había pasado riendo, jugando y desconectándose de los problemas. Avril y Exton la hicieron correr de un lado a otro, pidiéndole que jugara con ellos en el jardín, mientras que Indio se unió a ellos, compartiendo historias sobre su banda y sus próximos lanzamientos. Cada palabra de él y cada risa de los niños le recordaban lo importante que era tener a estas personas en su vida. No importaban los escándalos ni los rumores; con los Downey, ella podía ser simplemente Elo.

Finalmente, agotada después de jugar y de haber dejado todas sus preocupaciones en el aire, subió a su habitación. Había decidido dejar su teléfono en la mesita de noche y se prometió disfrutar del momento. La compañía de los Downey la había ayudado a calmar su mente, y esa noche, se fue a dormir con el corazón un poco más ligero.

Al día siguiente, Eloise despertó con el sol de media mañana colándose por las ventanas. Después de su rutina matutina, bajó a la cocina para almorzar, y aunque todos ya habían desayunado, Susan y Avril la acompañaron mientras comía. Robert había salido temprano para encargarse de los preparativos de la fiesta junto con su asistente, asegurándose de que todo estuviera en orden para el evento de esa noche. La energía en la casa era tranquila pero con un toque de expectación en el aire.

—Hoy será una tarde para nosotras, Elo —le dijo Susan con una sonrisa cálida mientras le servía un poco más de jugo—. Relajarnos, mimarnos un poco y ponernos bellas para la fiesta. ¿Te parece?

Eloise sonrió, agradecida por la propuesta. La verdad es que el cariño de Susan siempre le hacía sentir como en casa. Asintió, aliviada por la idea de una tarde sin preocupaciones.

Mientras comía, Susan la miró con un tono suave, casi casual, y le preguntó:

—¿Has revisado si recibiste algún mensaje de Chris?

Eloise se quedó en silencio por un segundo, sorprendida por la pregunta. La verdad era que, después de decidir dejar el teléfono a un lado la noche anterior, no lo había revisado desde que llegó a casa. Había decidido no obsesionarse más y dejar que las cosas siguieran su curso.

—No, ni siquiera revisé mi celular —respondió con honestidad—. Me prometí disfrutar el día de ayer con ustedes.

Susan asintió, sonriendo con aprobación, pero había algo en sus ojos que parecía ocultar una ligera inquietud. Eloise no le dio importancia al principio y continuó comiendo mientras Avril hablaba emocionada de lo que haría con su amiga niñera mientras se iban a la fiesta.

Momentos después, Susan le hizo un pedido que la tomó por sorpresa.

—¿Sabes, Elo? ¿Por qué no dejas el celular por ahora y te dedicas a nosotras? —dijo Susan con una sonrisa maternal, pero el tono tenía algo más—. Será nuestra tarde, sin distracciones.

Eloise sintió una pequeña alerta en su interior. Era raro que Susan insistiera de esa forma. ¿Por qué le importaba tanto que no revisara el teléfono? Se detuvo un momento, mirándola con curiosidad, aunque no quiso mostrar su desconfianza. Quizás Susan solo quería que se relajara, pero el hecho de que insistiera en que dejara el teléfono a un lado le resultaba extraño, especialmente después de preguntar por Chris.

—Claro, Susan, no hay problema —respondió con una leve sonrisa, pero en su mente, la pregunta persistía.

Susan se levantó para llevar algunos platos a la cocina, mientras Avril jalaba a Eloise de la mano para enseñarle un dibujo que había hecho. Eloise se dejó llevar por la distracción, aunque la inquietud sobre el celular y el comentario de Susan seguía latente.

La Influencer que conquistó MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora