El 23 de diciembre, la casa de los Evans estaba llena de la energía y emoción propias de las vísperas navideñas. Las luces brillaban en cada rincón, y el aroma de galletas recién horneadas y pino fresco llenaba el aire. La familia se había reunido en la casa de Lisa para comenzar los preparativos finales para la gran celebración. Eloise se sintió envuelta en un torbellino de alegría y calidez mientras ayudaba a Carly y Shana a colocar los últimos adornos en el árbol de Navidad.
—¿Tenemos suficiente papel de regalo? —preguntó Shana, mirando las pilas de regalos que ya habían empezado a acumularse bajo el árbol.
—Creo que sí, pero podríamos necesitar más cintas —respondió Carly mientras examinaba una de las cajas.
Eloise, que estaba colgando unas luces en la ventana, sonrió al escuchar la conversación. —Puedo ir a buscar más si hace falta. No quiero que falte nada.
—Gracias, Eloise —dijo Lisa, entrando en la sala con una bandeja de galletas—. Pero creo que estamos bien. Siéntate un rato, has estado ayudando todo el día.
Eloise sonrió y dejó las luces en su lugar antes de unirse a la familia en el sofá. Chris se sentó a su lado, pasando un brazo alrededor de sus hombros de manera natural. Todo parecía perfecto. La familia, la calidez, y la alegría de la temporada estaban presentes en cada rincón de la casa.
Durante el almuerzo, la conversación giró en torno a lo que todavía hacía falta para la cena de Nochebuena. Había risas, anécdotas familiares y una emoción palpable en el ambiente. Mientras todos hablaban y comían, Chris observaba a Eloise con una sonrisa en su rostro, disfrutando de la forma en que ella encajaba tan perfectamente con su familia. Sin embargo, a pesar de la alegría del momento, su mente estaba ocupada con un plan que acababa de tomar forma en su cabeza.
A mitad de la comida, mientras todos estaban inmersos en la conversación, el teléfono de Chris vibró en su bolsillo. Disculpándose con una sonrisa, se levantó y se dirigió al pasillo para atender la llamada. Al ver que era Robert, se apoyó en la pared y contestó.
—¡Robert! ¿Cómo estás? —dijo Chris en voz baja, para no interrumpir la comida.
—Hola, Chris. Estoy bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo va todo en Boston? —respondió Robert, con su tono siempre calmado y amigable.
—Todo va genial —contestó Chris, asomándose un poco al comedor para ver a Eloise riendo con las hermanas—. Estamos con los preparativos para la Navidad. Elo se ha integrado tan bien con mi familia. Está siendo perfecto.
Robert rió suavemente al otro lado de la línea. —Me alegra escuchar eso. La verdad es que ella se merece un poco de paz y felicidad. Pero hay algo de lo que quería hablarte.
Chris se enderezó un poco, curioso. —¿De qué se trata?
—Bueno, acabo de recibir una llamada de Kate —comenzó Robert—. Me preguntaba si tenía la dirección de donde está Eloise en Boston, porque quiere enviarle algunos presentes... por su cumpleaños.
—¿Su cumpleaños? —Chris frunció el ceño, sorprendido—. No sabía que su cumpleaños era pronto.
—Sí, su cumpleaños es el 26 de diciembre, justo el día después de Navidad —continuó Robert—. Lo sé, parece que nadie lo sabía, pero Kate me lo dijo hoy. Parece que Eloise no le ha dado mucha importancia, pero pensé que te gustaría saberlo. Podría ser una buena oportunidad para hacer algo especial.
Chris sintió cómo se encendía una chispa de emoción en su interior. Había intentado buscar información sobre el cumpleaños de Eloise en Internet antes, sin éxito. Saber que ahora tenía esta información lo hizo sentirse aún más cerca de ella.
—Definitivamente quiero hacer algo especial para ella, Robert. De hecho, estaba pensando en organizar una fiesta sorpresa aquí, en mi casa en Boston. ¿Te gustaría ayudarme a planearlo?
—¡Cuenta conmigo! —respondió Robert con entusiasmo—. Podemos coordinar todo. Sé que es un momento complicado porque todos estamos con nuestras familias, pero estoy seguro de que podremos reunir a algunas personas. Haremos que sea un día inolvidable para Elo.
—Gracias, Robert. Vamos a hacerlo —dijo Chris, su mente ya trabajando en todos los detalles que necesitarían organizar—. Voy a empezar a preparar todo. Tengo que decirle a mi familia también, pero Elo no debe enterarse de nada.
—Descuida, será nuestro pequeño secreto —dijo Robert con una sonrisa en su voz—. Estoy seguro de que Eloise va a apreciar este gesto más de lo que imaginas.
—Lo sé —respondió Chris, con una sonrisa también—. Ella merece algo especial, y voy a asegurarme de que lo tenga.
Después de colgar, Chris permaneció un momento en el pasillo, dejando que la emoción del plan que acababan de idear lo invadiera. Sabía que sorprender a Eloise con una fiesta de cumpleaños sería algo que ella recordaría para siempre. Decidido, volvió al comedor, donde Eloise estaba completamente ajena a la conversación que acababa de tener.
La comida continuó con la misma alegría y familiaridad, pero Chris no podía dejar de pensar en lo que tenía que preparar. Cuando la tarde empezó a caer y Eloise, cansada por el ajetreo del día, decidió irse a dormir temprano, Chris vio su oportunidad.
Una vez que Eloise se retiró a su habitación, Chris reunió a su familia en la sala. Todos estaban curiosos al verlo con una expresión tan seria y emocionada.
—Necesito contarles algo —comenzó Chris, mirándolos a todos—. Acabo de enterarme de que el cumpleaños de Eloise es el 26 de diciembre, y me gustaría organizarle una fiesta sorpresa.
—¡Oh, qué gran idea! —exclamó Lisa, inmediatamente entusiasmada—. Pero, ¿cómo no sabíamos eso antes?
—Ella no lo ha mencionado, y parece que no mucha gente lo sabe —explicó Chris—. Pero quiero que este sea un día especial para ella. Estoy pensando en hacer la fiesta en mi casa aquí en Boston, y aunque sé que todos estarán ocupados con sus propias familias, quiero invitar a algunas personas cercanas a Elo para que puedan estar allí.
Shana y Carly intercambiaron miradas cómplices y asintieron. —Cuenta con nosotros para ayudar en lo que necesites —dijo Carly—. Será genial poder darle una sorpresa así.
—Gracias —respondió Chris, sintiéndose agradecido por el apoyo de su familia—. No quiero que ella sospeche nada, así que todo tiene que ser muy discreto. Vamos a asegurarnos de que este cumpleaños sea uno que nunca olvide.
Esa noche, mientras todos se preparaban para dormir, Chris se quedó un rato más en la sala, revisando en su mente todos los detalles de la fiesta que estaba planeando. Sabía que con la ayuda de Robert y su familia, todo saldría perfectamente. Y lo más importante, sabía que Eloise se sentiría amada y especial, algo que él quería asegurarse de que nunca olvidara.
Mientras finalmente se dirigía a su habitación, con una sonrisa en los labios, Chris se sintió seguro de que estaba en el camino correcto para hacer de este un momento inolvidable para Eloise. Y aunque la Navidad estaba a la vuelta de la esquina, en su mente, ya estaba imaginando la sorpresa en los ojos de Eloise cuando descubriera lo que había planeado para ella.
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La Influencer que conquistó Marvel
De TodoEloise Wells es una influencer que nunca imaginó que su pasión por las redes sociales la llevaría a las alturas de Hollywood. Desde su humilde comienzo en México hasta su vida actual en Miami, Eloise ha conquistado el mundo digital con su carisma y...