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Cuando el teléfono de Rosé suena, no deja de besarme. Su cuerpo se moldea con cada centímetro de mí, presionándome profundamente en el edredón de satín negro. Con una de sus piernas apretada entre las mías, sus vaqueros frotan mis muslos desnudos y es como si pudiera sentir cada hilo. Una mano presiona mi cadera y la otra sostiene mi cuello en su lugar mientras sus labios exploran los míos. Su beso es agonizantemente practicado. Olvídate de cuál es su nombre, ni siquiera puedo recordar el mío. 

Su teléfono suena de nuevo y gruñe.

Volteo la cabeza a un lado y sus labios caen en mi cuello. Sin aliento mientras lame su camino hacia abajo del mismo, digo:

—¿No deberías contestar?

Sus labios siguen descendiendo, besando un camino a través de mi clavícula. Cierro los ojos y entrelazo los dedos en su suave cabello rubio. 

—Rosé—digo pero es como si se negara a escucharme. 

—Ignóralo, Peach.

El teléfono suena una tercera vez y uso mis manos para atraer su rostro al mío. Intento decirle que necesita chequear su teléfono porque creo que puede estar retrasada, pero cubre mi boca con la suya antes de que pueda, haciendo esta cosa con su boca que me se hace olvidar lo que sea que iba a decir. 

Su teléfono suena otra vez, me meneo hacia abajo y alcanzo su bolsillo trasero. Reviso la hora en el teléfono y veo que está retrasada cinco minutos y tiene cuatro mensajes de texto de Shawn.

—Llegarás tarde—digo entre besos.

—Siempre llego tarde.

La puerta de la habitación de repente se abre y Shawn se encuentra de pie allí rodando los ojos.

—Por el amor a las folladas Rosé ¿Sólo han estado besándose por veinticinco malditos minutos?

No puedo evitar reírme, demasiado ebria para sentirme avergonzada. Rosé me sonríe. 

—En verdad es una buena besadora.

Shawn se acerca y agarra a Rosé por la parte trasera de sus vaqueros, apartándola de mí. 

—Vamos, idiota. Puedes verla después—dice y mirándome, agrega—Lo siento. 

Enderezo mi top y me siento, sintiéndome risueña de todas las maneras en mi interior. Me acabo de besar con Rosé Park quien resulta me dio el mejor beso de mi vida. 

—Shawn, esta es Peach—dice Rosé y tan pronto como me pongo de pie, Shawn a regañadientes se extiende hacia adelante para estrechar mi mano. 

—Hola, Shawn.

—Hola, Peach.

Rosé se arregla su top y los jeans y un feroz sonrojo calienta mis mejillas.

—Ves—dice Rosé—ahora todos somos amigos. Deja de actuar como una niña malcriada, Shawn.

Shawn suspira. 

—Peach, puedes pasar el rato detrás del escenario durante el espectáculo si quieres—Dispara una mirada hacia Rosé—Pero tenemos un concierto que dar. Hace cinco minutos.

—No puedo—digo mientras camino de regreso por el pasillo—Estoy aquí con una amiga.

—Tráela también—dice Rosé a mi espalda.

No respondo porque esa es una muy mala idea. Jennie ha estado con muchos chicos, pero ninguno como los chicos de la banda. Y creo que incluso no tendría problemas en intentar algo con una chica si esa chica es Rosé. 

Vampire Hollie (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora