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Al día siguiente, en la clase de francés Rosé no aparece. Lo que no es una sorpresa. Algunas de las chicas sentadas al frente se levantan y se van tan pronto el doctor Pullman llega, notando que Rosé no asistirá a clases. Bambam se ríe mientras trato de hacerlas combustionar con mis inexistentes súper poderes. El doctor Pullman tampoco luce feliz, su mandíbula se tensa mientras camina hacia el podio. 

No veo a Rosé hasta el miércoles, cuando aparece veinte minutos tarde y jugando con un cigarrillo. Nuestra noche juntas es casi como el recuerdo de un recuerdo ahora. Aún conservo cada detalle, pero es como si fuera una película que vi y volví a ver cientos de veces y no como si fuese algo que en verdad me sucedió. La admiro desde lejos como todas las chicas que nunca en realidad le hablaron. 

Cuando la clase termina, es la primera en ponerse de pie pero el doctor Pullman de inmediato detiene su partida. 

—Park, quédate por aquí. Me gustaría hablar contigo. 

Miro la espalda de Rosé mientras deja salir un suspiro y se gira. Se inclina contra la pared junto a la puerta, viendo salir a todos los demás y de repente siento pánico. En verdad me voy a cruzar con ella ahora ¡No hay manera de que pueda evitarlo!

Guardo mis cosas tan despacio como es humanamente posible mientras Bambam se encuentra de pie sobre mí, con una sonrisa de oreja a oreja. Lo juro, es como si ese chico pudiese leer mi mente. 

—¿Qué te toma tanto tiempo?—bromea. 

Le lanzo una mirada de muerte desde donde estoy encorvada en el suelo, recogiendo una torre de papeles que de forma intencional dejé caer para comprarme algo de tiempo. Para el momento en que me pongo de pie, me doy cuenta de lo horrible que fue mi plan porque Bambam, Rosé y yo somos los únicos tres estudiantes que quedan en el salón. 

Oh Dios.

Pero quizás ni siquiera me reconozca. Estoy segura que ha estado con docenas de chicas desde lo que pasó en el club. Ha pasado más de un mes y no luzco para nada como lo hice esa noche. Mi cabello está recogido en un desordenado tomate, uso lentes, visto pantalones de yoga y una camiseta holgada. Y no estoy usando maquillaje en absoluto. 

Tomo una respiración profunda y camino hacia las escaleras con Bambam luciendo tan divertido que en verdad quiero golpearlo. 

—Park—dice el doctor Pullman mientras avanza a su encuentro—he perdido la cuenta de la cantidad de veces que has llegado tarde o faltado a clases. Podría estar dispuesto a hacer la vista gorda si en verdad prestaras algo de atención a las lecciones o al menos intentaras hacerlo bien, pero es obvio que estás aquí por... ¿Por qué estás aquí?—El doctor Pullman niega con la cabeza y continúa antes de que Rosé pueda responder—El último día para dejar esta clase es el viernes. No vas a recibir ningún reembolso pero tampoco obtendrás una nota reprobatoria. Si no la dejas, te reprobaré. Estoy cansado de que llegues tarde e interrumpas mis lecciones. 

—Pero necesito esta clase para graduarme—dice Rosé como si nunca se le hubiese ocurrido que podría reprobar. 

—Quizás debiste haber pensado en eso antes—le informa el doctor Pullman sin culpa. 

Y luego, inexplicablemente, las palabras comienzan a salir de mi boca antes de que sepa lo que estoy haciendo. 

—Doctor Pullman, lo siento—digo parándome junto a una curiosa Rosé—Lo de hoy fue mi culpa. Estaba... revisando los apuntes de la clase con Rosé esta mañana y... perdí la noción del tiempo. Ella no había comido nada por lo que le dije que realmente debería comer algo antes de clases. Un sándwich o una barrita de cereal... —Bien, ahora divagaba mientras todos me miran como si estuviera loca—Ya sabes, para ayudar con su baja azúcar y toda esa cosa. Pero de cualquier manera, fue mi culpa. Ella de verdad intenta hacerlo mejor y en realidad llegó tarde porque desea mejorar en clases.

Vampire Hollie (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora