Esa noche mientras Rosé, Shawn y Joel sacan una montaña de bolsas de basura llenas de mis pertenencias personales de la cajuela del Camaro de Rosé, les hago la misma pregunta que he hecho un millón de veces desde que Rosé me dijo que podía quedarme con ella.
—¿Están absolutamente de acuerdo con esto?
—¿Bromeas?—pregunta Joel, lanzando una de las bolsas negras llenas sobre su hombro con otras dos colgando de su puño. Para el momento en que cierra la cajuela, no hay nada para que yo cargue.
—Esto es como...—Se ríe para sí mismo a la vez que caminamos a través del estacionamiento—lo mejor que haya pasado. Te das cuenta de lo grande que esto, ¿verdad?
Rosé golpea la suela del tenis de Joel mientras da un paso.
—Cállate, Joel.
Joel salta, riéndose en voz baja.
—Lo siento ¡pero vamos! Esto es...
Rosé golpea la suela del tenis de Joel de nuevo, más duro esta vez y Joel tropieza hacia adelante, apenas recuperando el equilibrio.
—¡Idiota! —grita, todavía riéndose mientras trota hacia adelante para alejarse del golpe. Rosé sonríe mientras lo sigue.
Tengo muchas ganas de saber qué quiso decir Joel, pero parece que finalmente tomó la indirecta y decidió callarse. Le echo una mirada inquisitiva a Shawn, que carga cuatro de mis bolsas y comprendió mi mirada.
—Está bien por nosotros —me asegura. Pero eso no es realmente lo que quiero saber.
—¿Por qué es "lo mejor que haya pasado"?
Rosé rueda sus ojos.
—Joel solo habla por hablar ¿No es eso cierto, Joel?
Joel se ríe y abre la puerta del departamento, sujetándola abierta para el resto.
—Lo que tú digas, Rosé.
Dentro del departamento, sigo a los chicos por el pasillo hacia la habitación de Rosé y dejan mis cosas sobre su edredón color negro, el cual todavía cuelga a la mitad en el suelo después de nuestra carrera alocada para salir esta mañana. Sus paredes son completamente de color blanco con cinta de pintar azul atravesada en un patrón aleatorio y llenando las formas blancas entre la cinta con letras: cientos de líneas escritas con marcador azul brillante. Sus cortinas son de color negro puro y las únicas piezas de mobiliario en la habitación, aparte de la cama, son un pequeño armario y un escritorio en la esquina. El armario, el escritorio e incluso el suelo se hallan cubiertos con montones y montones de cuadernos y no tengo duda de que se encuentran completamente escritos. La habitación es un desastre y es hermosa y cada pedazo de ella es Rosé.
Cuando Shawn y Joel dejan la habitación hacia la sala de estar, Rosé queda atrás, abriendo de inmediato los cajones del armario. Saca su ropa de los cajones abiertos, los mete en otros cajones y entonces con cuidado, cierra los cajones llenos. Cuando me doy cuenta de lo que hace, la detengo.
—Oh, no. No tienes que hacer eso—insisto, moviéndome para pararme junto a ella. Me siento tan intrusiva, quiero psicológicamente sujetar sus brazos y hacer que deje de salirse de su forma de ser por mí.
—Lo sé—dice, pero ya se encuentra caminando hacia su armario y aplastando las perchas juntas para hacer espacio extra. Cuando no está satisfecha con la cantidad de espacio que hizo, desengancha un montón de ganchos con camisetas, tirándolas al suelo dentro del armario.
Se gira, sonriéndome.
—Rosé, en serio. En lo de Jennie solo tenía mis cosas apiladas en el suelo. Lo viste.
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Vampire Hollie (Chaelisa)
FanfictionCuando la estudiante de primer año, Lalisa Manoban conoce a la maravillosa y prometedora estrella Rosé Park, ella sabe que una jugadora como ella es lo último que necesita después de que su ex novia le rompiera el corazón. ⚠️ Historia adaptada Chae...