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Estaba muy orgulloso de ser un miembro de la Unidad de Armas y Tácticas Especiales de la Ciudad

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Estaba muy orgulloso de ser un miembro de la Unidad de Armas y Tácticas Especiales de la Ciudad. Me había llevado muchos años y mucho entrenamiento para alcanzar esa prestigiada posición en la unidad táctica de la policía de élite de la ciudad. Por el aspecto pálido en la cara de Bible, se sentía como si acabara de anunciar que trabajaba para el diablo.

―¿Eres S.W.A.T?― Bible chilló mientras más color se drenaba de su rostro.

―Lo soy.

―Oh, cielos.― Bible pasó la mano por su pálida cara y luego se dio la vuelta y se sentó en el borde del sofá. ―Oh, cielos― dijo de nuevo antes de esconder su cara entre sus manos. Murmuró un poco y eso sonaba como que decía de nuevo ―Oh, cielos.

―¿Qué es lo que te tiene tan preocupado, Caro?― Pregunté mientras me acercaba hacia el chico.

La palabra ―seriedad― estaba escrita por toda la cara de Bible cuando él levantó la cabeza. ―Eres S.W.A.T― dijo, como si eso explicara su pánico.

―Lo soy.

―Debería haberlo sabido.

―¿Por qué eso es un problema, Caro?― Me senté en el sofá junto a Bible y llegué hasta él. Bible se sentía tan bien en mis brazos. Lo atraje hasta que se dejó caer contra mí, su cabeza buscando sitio en mi pecho.

Deslicé mis dedos entre su cabello, apretando el puño en torno a un puñado de las suaves hebras de seda antes de llevarlos hasta mi nariz. Cálida lluvia de verano. No había otra manera de describir el seductor aroma. Era tan turbulento como una tormenta de verano y tan relajante como el suave golpeteo de la lluvia cayendo.

―Quiero dormir con mi rostro entre tú cabello.

No me di cuenta que había dicho esas palabras en voz alta hasta que Bible se apartó dándose la vuelta y levantando la mirada hacia mí.

―¿Qué?― Preguntó.

―Tú cabello, Caro. Me encanta la forma en que huele. ―No era exactamente lo que había dicho, pero se acercaba lo suficiente.

―Oh.― Estaba encantado de que la mirada de pánico de Bible había desaparecido de su cara.

―Es mi champú, creo.

―¿Una mezcla especial?

―No, lo consigo en el supermercado.

―¿Y esto qué es?― Le pregunté mientras levantaba la cadena de oro alrededor del cuello de Bible.

―Oh.― Bible sonrió mientras miraba hacia abajo. ―Esa es mi medalla de San Judas.

―¿San Judas?― Fruncí el ceño mientras sostenía entre mis dedos el colgante de oro. ―¿Es el santo patrón de las causas perdidas?―

―Mi abuelita me lo dio. Ella dijo que era conveniente, porque mi ángel de la guarda tenía que trabajar horas extras.

―Puedo verlo.

Mio ¹ (JesBible) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora