ᨦ7ദ

343 36 0
                                    

Yo iba a hiperventilar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo iba a hiperventilar. Tan simple como eso. Jes me estaba ofreciendo todo lo que siempre había querido en bandeja de plata, y yo estaba aterrorizado de extender la mano y tomarlo. Podrían quitármelo con facilidad.

Cerré los ojos y envolví mis brazos alrededor del cuello de Jes. Abrí los labios, permitiéndole la entrada, nuestras lenguas se enredaron. Dejé que mis manos recorrieran la espalda y los hombros de Jes. Amaba lo fuertes y amplios que eran.

―Mío― Jes gruñó contra mi piel mientras mordisqueaba mi cuello, sus manos tirando de mi ropa. Escuché que algo se rasgaba, pero no me importaba. La ropa podía reemplazarse. Este sentimiento de total satisfacción y ardiente excitación era único.

Gemí con suavidad cuando sentí las manos de Jes comenzando a acariciar mi pecho desnudo, mi abdomen, y luego hacia abajo a mis caderas. Gemí mientras lamía mi piel. Eché la cabeza hacia atrás para darle mejor acceso. Cada vez que la lengua de Jes me lamía, los escalofríos recorrían mi cuerpo e iban directo hasta mi pene.

―¿No... no te parece que también deberías estar desnudo?

―Creo que esa sería una muy buena idea.― Jes sonrió.

Se contoneó un poco hasta que pudo bajar sus pantalones por sus piernas y tirar de ellos fuera de sus pies. Los aventó a un lado de la cama. Él me sonrió, sus ojos recorrían con avidez mi cuerpo.

―Sei il mio incantesimo ― dijo con un poco de admiración. ―Tú eres mi encanto.

Sentía como mis mejillas se iban encendiendo cuando Jes me miraba recorriendo mi cuerpo. Me sentía un poquito avergonzado de estar completamente desnudo delante de alguien que acababa de conocer el día anterior, pero Jes miraba mi cuerpo con tanta hambre en sus ojos cobrizos, que extendí mis brazos hacia él.

―Todo tuyo― le susurré.

Jes se rió cuando me agarró por la cintura y me dio la vuelta hasta quedar a horcajadas sobre sus muslos, el glorioso cuerpo de Jes estaba expuesto sobre la cama debajo de mí.

―Oh, esto es mucho mejor― dije mientras me inclinaba hacia adelante y ponía mis manos sobre la clavícula de Jes. Dejé que mis manos se movieran despacio bajando por su pecho, sobre sus duros pezones, y hacia abajo sobre su vientre.

A medida que mis manos se movían acariciando más allá del ombligo de Jes, pude escuchar que inhalaba con profundidad conteniendo el aliento. Sonreí nervioso y emocionado, acariciando con mis manos círculos en su piel antes de dirigirme más abajo. Al llegar a la entrepierna de Jes, me detuve un momento para admirar su hermoso pene.

Era bastante impresionante. Largo y grueso, con gotas de líquido pre seminal brillando en la hinchada cabeza.

Estaba desesperado por sentirlo empujando dentro de mi agujero.
Con una sonrisita traviesa, a toda prisa
me escurrí hacia atrás y me incliné para engullir el pene duro de Jes, mi lengua lamió con rapidez las gotas de líquido acumuladas en la hinchada cabeza.
Gemí con suavidad por el sabor picante, sonriendo cuando Jes contuvo el aliento y gimió. Jes deslizó su mano por mi cabello apretando.

Mio ¹ (JesBible) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora