𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎

𝗔𝗟𝗘𝗫𝗔𝗡𝗗𝗥𝗔 (𝟱)

❄️. 𝕊𝔸ℂℝ𝕀𝔽𝕀ℂ𝕀𝕆

Todos los patinadores fueron interrogados, y después del último el jurado diálogo un momento a solas, tratando de tomar la decisión final.

Finalmente, los cuatro jueces se pusieron los patines y se adentraron en la pista junto a nosotros. Me sorprendí, primera vez que veía a un hombre mayor en patines.

—Aurora Godman, Seung Kim y María Chersakova, los felicitó por haber llegado tan lejos. —Habló el presentador afuera de la pista. —Pero me temo que hoy no es su día, los veremos el próximo año.

Los chicos se fueron decaídos, varios soltaron lágrimas de impotencia mientras se iban.

—¡Felicidades, ustedes son los nuevos miembros de Kambo 60!

El pequeño público nos aplaudió, y Valeria se lanzó a abrazarme. En resumen, había logrado entrar a la academia junto a Valeria, Karina, Marina y un solo chico llamado Fedor Varmalov.

—Nos presentamos. —Habló la madre de Marina. —Soy la entrenadora Talía Toradze.

—Mi nombre es Harry Olsen. —Se presentó el hombre joven del jurado. —Soy coreografo y entrenador.

—Yo soy Vladimir Yakochenko —Dijo el viejo, con semblante rígido. —Soy instructor técnico.

—Y mi nombre es Anna Dianova. —Finalizó la rubia, la única que nos regaló una sonrisa cálida. —Sean bienvenidos a esta prestigiosa academia.

—¡Lo logramos! —Valeria me abrazo, casi me hace caer.

—¡Sí! —dije sin poder ocultar la felicidad. —Te dije que lo lograríamos...

—¡Sí! —Valeria se separó de mi y comenzó a dar saltitos.—No regresaré a Krasnoyarsk, me quedaré contigo, espero compartamos habiracion.

¿Habitación? ¿Cómo que compartir habitación, a dónde nos llevarían?

—¡Valeria! —Su entrenadora la llamó antes de que yo pudiera preguntarle.

Me quedé sola en la pista, a mi alrededor los patinadores clasificados eran felicitados por sus amigos y el público. Admito que eso me puso triste. Solamente busqué escapar de la pista, pero al no fijarme por dónde iba choqué con alguien.

—¡Uy! Lo siento... —Me disculpé con la persona, y me sorprendí de ver que era la entrenadora Anna Dianova.

—Tranquila, solo ten más cuidado...

La mujer me evadió y se fue con el resto de personas. Ni siquiera me miró, y eso se me hizo bastante raro. 

—Muy raro… —murmuré para mí misma.

Tenía la fe de que esa mujer estuviera relacionada con mi madre, pero de ser así, ¿Por qué me evitaba?
Vine a esta audición por mi madre, para conocerla finalmente...

Sin embargo, estoy más sola que nunca. 

Miré por última vez el grupo de personas en la pista, y vi como Marina trataba de escapar de su madre con una cara de pocos amigos. Si tan solo supiera lo afortunada que era.

—Alexandra Ivanova, ¿no?

Me habló una mujer detrás de mi, con el pelo teñido de rubio y un ligero nivel de sobrepeso.

—Si, soy yo...

—Tienes que buscar tus cosas y volver aquí.

—¿Para qué? —pregunté, con el ceño fruncido.