En el competitivo mundo del patinaje artístico, nuestra protagonista es una talentosa joven que sueña convertirse en campeona olímpica.
Desde pequeña, ha dedicado su vida al hielo, donde se siente más viva que nunca. Sin embargo, no tener el apoyo...
Pasó una semana después de descubrir que Ana era mi madre.
No hablamos más de eso, las prácticas y el trabajo duro terminó absorbiendo nuestra energía. Y yo lo único que sinceramente necesitaba en este momento era su apoyo, no explicaciones.
Mañana serían los open skates de Kambo 60. Mis programas estaban listos, aunque faltaba pulirlos un poco para que fuesen mucho más competitivos.
Hace unos días llegaron los vestuarios para mis programas. Ana fue quien los costeó, razón por la que no pude estar más agradecida con ella, ya que solían ser bastante costosos.
El del programa corto era amarillo con amarillo y estaba inspirado en la película Kill Bill.
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Mucha gente se sorprendió al enterarse de que una patinadora junior como yo haría su programa corto inspirado en una película violenta, sobretodo los estadounidenses, fueron quienes más me criticaron. Aunque mi madre dijo que ellos se ofenden por todo.
Ese era el efecto que buscaba.
En cuanto al traje del programa libre, que podía decir, no tenía palabras: me encantó. Es de un bonito color azul en varios tonos con demasiada pedrería. Valió la pena el costo, que puedo decir. Es hermoso.
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Ana me dijo que apenas me hiciera de una superestrella en el patinaje podía conseguir patrocinadores qué me costearan los vestuarios en un futuro, y quizás unas nuevas botas, las mías estaban a punto de expirar.
También me decía que aprovechará estos días de impopularidad, los últimos en los que sería una chica común y corriente.
—Apenas claves ese cuádruple, Sasha, olvídate de tu tranquilidad. —Me advirtió Ana, preparándome psicologicamente para lo que se avecinaba. —Estarás rodeada de cámaras, paparazzis y prensa... Harás historia en el patinaje.
Ella sabía de que hablaba, porque había pasado por lo mismo en su época como patinadora. No sabía que mi madre también fue una erudita en el patinaje artístico, ganó mundiales, campeonatos europeos y nacionales.
