Capirulo 16

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Los engañaron y terminó odiandola: Boda en Las Vegas Cap 16 Audio Libro Novelas Románticas
https://youtu.be/Ug55S4hkm7g

El sol aún no brillaba con la majestad que día a día lo hacía; como cada mañana, la mujer caminó por los pasillos del aquella gigantesca casa para encontrar a quien amaba como si fuese su propia hija.

Por años había sido la ayuda y compañera de los secretos más ocultos de Rosmery.  Estuvo con los momentos más felices de su vida y en esos, cuyas heridas seguían en carne viva.

Todas las noches levantaba un clamor para que su niña sanara y fuese feliz. 

—¿Sigues aún en el pasado, hija? —preguntó la mujer mayor mientras se acercaba a la rubia y tomaba de su mano el marco con la foto de aquellos que amaba más que a nada.

—Es imposible no recordarlos. —respondió sin dejar de mirar uno de sus más grandes tesoros— En pocos días es el cumpleaños de Anthony —un suspiro de dolor brotó de sus labios— y Antonella cumpliría también.

—Lo sé —comentó en un tono afligido, desde aquel día la vida de su niña cambió, de forma tan radical que aún podía ver la sombra de la muerte en sus luceros.

Sin importar que tanto tratase de ocultarlo al resto del mundo, Pony, sabía que ella no era completamente feliz.

—Duele mucho, nana. —Sus ojos verdes se llenaron de lágrimas, tan familiares como aquellas en el que perdió a quienes amaba— Por mucho tiempo, Arthur y yo, intentamos tener hijos.  Pero no pudimos, hasta que decidimos dejar de tratar y fue entonces cuando nos dieron la noticia de que nuestro más anhelado sueño se haría realidad y para mayor felicidad, gemelos.

— Una niña y un varoncito. —dijo sonriendo nana Ponny, recordando aquel día cuando por fin, luego de varios años de casados, el matrimonio Brower, por fin serían padre.

— Mis tesoros —susurró mientras las lágrimas continuaban surcando sus mejillas— Yo no debí obligar a Arthur a asistir a esa sección fotografía.

—No fue tu culpa hija —interrumpió la mujer mientras se acercaba a la rubia.  No quería que Rosmery siguiese cargando por tantos años esa culpa.  Era muy doloroso ver el sufrimiento y angustia que aún se plasmaba en sus luceros.

—Yo insistí, nana —gritó con un nudo ahogando su garganta— Él no quería ir, me dijo que deseaba estar todo el día en casa.

—No te hagas más daño Rosmery, por favor, no fuiste la culpable.

—Él no quería nana —arremetió una vez, sintiendo como la culpa corrompía su corazón— Lo obligué a salir.

—No te martirices más —la oyó decirle, sin embargo, no le prestó atención, su dolor era mayor que cualquier palabra de consuelo que le dieran.

— Ese día era el segundo cumpleaños de Anthony y Antonella —comenzó su relato mirando a un punto en la nada— Mis bebés estaban creciendo tan hermosos y saludables, eran los más bellos.

Sus recuerdos parecían brotar desde lo más profundo del corazón, donde los guardabas como tesoros de un pasado que jamás volvería.

—Arthur y yo éramos los padres más orgullos del mundo —continuó relatando su historia como si fuese la primera vez que nana Ponny escuchaba— La mañana fue perfecta; tuvimos un desayuno lleno de risas, juegos y besos.

—Aún me acuerdo hija —interrumpió la nana, volviendo en el tiempo a esos momentos en que su niña fue completamente feliz.

— Antonella estaba jugando alegre y le tiró todo el bizcocho a Anthony —comentó junto a una sonrisa en sus labios—, mi pobre niño, siempre tan bueno, comenzó a llorar —recordó sonriendo, mientras revivía aquel momento— Antonella fue una niña muy especial, no tenía miedo a nada y siempre sonreía.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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