Un fanático desconocido de Jujutsu Kaisen se convierte en Sukuna. Intenta cambiar el futuro, pero ¿alguien confiará en el Rey de las Maldiciones?
ESTA HISTORIA NO ES DE MI PERTENENCIA ES DE SunglassesCat
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Kinji se sentía bastante aburrido y frío. La mayoría de las peleas en el Club de Lucha Gachinko se estaban volviendo monótonas. No había ningún luchador emocionante que pudiera aumentar su pasión. Justo cuando pensaba que se cansaría, aparecieron dos nuevos luchadores. Un chico con cabello rosa brillante y una chica con cabello naranja. Se sintió sospechoso al ver dos caras nuevas, pero estaba aburrido, así que ¿por qué no dejar que crearan caos? En el peor de los casos, simplemente tendría que echarlos. Bueno, su decisión fue correcta. Esos dos ciertamente sacudieron las peleas.
Aunque la chica parecía débil al principio, era sorprendentemente ágil y rápida. Podía manejar fácilmente a oponentes con músculos y estaturas más grandes. El chico también era genial. Era mucho más poderoso y tenía un buen conocimiento de cómo montar un espectáculo para la audiencia. Kinji estaba en un dilema. Tener una luchadora femenina era raro y llamaría la atención; por otro lado, el chico tenía talento para pelear frente a una audiencia. Finalmente, decide llamar al chico primero, ya que Kinji tiene un pésimo historial tratando con chicas.
Su primera impresión de Itadori Yuuji fue que era directo y honesto. Podía trabajar con eso. Lo que importaba era si el chico tenía o no 'Pasión'. La conversación fue bien hasta que recibió una llamada de Kirara. Hizo una pausa. Esa era una señal de emergencia. Tch. Justo cuando pensaba que tendría un buen día, Jujutsu High tuvo que arruinarle el humor. No perdió el tiempo y atacó de inmediato al adolescente. Sorprendentemente, Itadori logró bloquear sus ataques. Sin embargo, el adolescente claramente se estaba conteniendo ya que estaba tratando de convencerlo de que escuchara. ¡No tenía ningún interés en escuchar a los estúpidos lacayos de esos mayores!
¡ESTALLIDO!
Kinji le dio una patada en la barbilla al adolescente, pero a pesar de recibir la paliza, el chico se negó a moverse y lo agarró por el cuello. El adolescente más joven le golpeó la cabeza con la suya y gritó: "¡Escucha!".
—¡No quiero! —gritó Kinji y lo pateó—. ¡Ya me he calmado!
Los dos se enfrentaron de nuevo antes de que Kinji lograra empujar a Itadori fuera de la habitación. Aunque mantuvo la vista fija en su oponente, notó la presencia de tres extraños de pie junto a Kirara. Notó a la chica peleando en el club, y al ver a los otros dos chicos confirmó que estos adolescentes tenían que ser estudiantes de primer año.
"¡Itadori!" exclamaron los adolescentes desconocidos.
—Ustedes manténganse fuera de esto —dijo Itadori mientras seguía mirando a Kinji.
—¡Me estás subestimando! —Kinji sonrió mientras golpeaba con el puño la cara del chico. Sus ojos se abrieron de par en par cuando sintió que el adolescente no se protegía contra él.
