C A P I T U L O 20

140 16 24
                                    

Las hojas secas caían cada vez más de los arboles, estaban verificando las trampas una vez más mientras regresaban al campamento cuidando meticulosamente que sus rastros desaparecieran entre las hojas.

No tardaron mucho antes de llegar a la aldea y ver a sus compañeros quienes cuidaban los alrededores de ese pequeño lugar que los mantenía a salvo.

Entraron a la casa de la persona que los guiaba.

-¿Los encontraron? -Dijo el hombre quien se levantó de su asiento y camino hasta ellos. Se veía preocupado.

-No. -Respondió, logrando que el hombre frente a ellos se relajara solo un poco. -Al parecer... Cumplió con su palabra.

-Aun así no confío en el... -La preocupación en su voz era notoria, estaba angustiado. Sin saber en que momento atacarian o cuando era el momento de salir huyendo de ese lugar.

-Ya no estamos seguros. - Dijo una mujer. -Tenemos que irnos de este lugar.

-Lo se... Ellos nos encontrarán y entonces-

-Yo no puedo irme de aquí. -El más joven entre ellos que había llegado del exterior hablo firme. -Ustedes pueden irse pero yo-

-No vamos a dejar a nadie. -Hablo el hombre. Mirando como el castaño negaba.

- Nadie abandonara a nadie. -La mujer se puso entre ellos. - Pero es cierto que debemos irnos antes de que nos encuentren pero para irnos debemos encontrar otro lugar igual de seguro que este. No vamos a deambular por el bosque ni por la isla.

-Hemos buscado todo este tiempo pero no hay un lugar libre para todos nosotros.

-Somos muchos, será muy difícil encontrar un lugar donde podamos escondernos sin ser-

Pero antes de terminar de hablar, el primer disparo y los primeros gritos en el exterior se escucharon logrando que los presentes en ese cuarto se alertaran al escuchar los gritos de auxilio y piedad que estaban pidiendo.

-¡Nos encontraron! -La mujer grito, viento a través de las ventanas intentando encontrar a los enemigos.

El más joven se acercó a la mujer al ver su expresión horrorizada, vio a través de las ventanas y el quedo igual de impactado que la primera.

-¿¡Qué es eso!?

No podía creer lo que estaba viendo. Ellos sabían que tarde o temprano los encontrarían, sabía que tendrían que luchar con ellos en desventaja gracias a que los malditos se quedaron con todas sus armas pero jamás se imaginaron que algo como eso iba a ocurrir.

- ¿¡De cuándo aquí ellos corren!? -Grito la mujer, desesperada al ver como muchos de sus amigos eran mordidos y en cuestión de segundos se transformaban.

Ambos se asustaron al escuchar un fuerte ruido tras de ellos, y al voltear se encontraron con el mayor rompiendo las ventanas.

-¿¡Qué están esperando!? ¡Tenemos qué salir de aquí! -Los tomo del brazo a ambos intentando sacarlos de ahí.

-¡Pero... Pero y los nuestros!

-¡Ellos saben lo que tenemos que hacer!

-¡No! Esto no estaba dentro del plan.

Los gritos cada vez eran más débiles y pronto empezaron a escuchar disparos.

-¡Ellos los trajeron y ahora vienen por nosotros! ¡No sean idiotas, corran!

-¡Ellos los trajeron y ahora vienen por nosotros! ¡No sean idiotas, corran!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
UN NUEVO INICIO || ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora