Sabía que terminaría cometiendo una locura si dejaba que Yoongi se acercara demasiado, pero culparía al cansancio por lo de esa tarde. No estaba durmiendo bien y comiendo mucho menos porque no era capaz de mantener la comida en el estómago el tiempo suficiente para obtener sustento.
Se dejó someter por Yoongi. Su aroma empapado en feromonas, la presencia firme y dominante cerniéndose sobre él de forma depredadora, y Jimin no tenía fuerzas para luchar. Quería pelear, discutir, demostrar que no era débil, pero terminó inclinando la cabeza y dejando que Yoongi pusiera su olor en él y que renovara la marca en su cuello.
Por eso había salido corriendo a Alemania apenas pudo. Para poner entre ellos la distancia que no podía interponer en la oficina. Una puerta cerrada ya no era suficiente para mantener alejado al otro alfa o más bien para mantenerse a sí mismo alejado. Cada día que pasaba el vínculo ardía con necesidad. Esa necesidad de ir y poner su olor sobre Yoongi, dejar que se mezclaran en esa combinación de dulce y ácido que nadie pudiera ignorar. El instinto de mostrarse y mostrar orgulloso la marca que había dejado en él sin rebajar su autoridad y su poder. Ya no se escondía de Yoongi sino de sí mismo.
Sobre todo, desde el último momento en que estuvieron en el mismo lugar.
Yoongi dijo que no estaba tratando de someterlo con sus feromonas y aunque terminó cediendo, el alfa en ningún momento le hizo sentir como si lo hubiera obligado. Lo marcó por segunda vez y untó con su aroma, pero no lo forzó a más, ni mantuvo el dominio más allá del momento íntimo. Se sentó frente a él y continuó con el trabajo, hizo lo que Jimin le dijo que hiciera, compartió los informes que le pidió y luego se fue sin oponerse cuando Jimin lo despidió varias horas después de haber estudiado la información del nuevo inversionista, dejando a Jimin confundido y con la piel hormigueando. La estela de humo agridulce que Yoongi dejó atrás avivó los instintos de Jimin a un nivel primario y despertó un deseo que lo asustó porque solo afirmaba algo que Jimin no quería reconocer. Lo que terminaría de hundir la esperanza de salvar el vínculo entre él y Yoongi, si es que había una.
Porque Jimin no se iba a negar a sí mismo en la privacidad de sus pensamientos que la atracción por Yoongi se había estado cociendo a fuego lento por bastante tiempo, siendo ignorada en beneficio de la profesionalidad y la decencia, de un prejuicio, sobre todo.
En Berlín, Jimin esperaba poder aclarar su mente de todo y una reunión con el señor Müller, el nuevo posible inversor era una oportunidad perfecta. Que el hombre estuviera dispuesto a reunirse con Jimin con tan poca antelación era una concesión bienvenida. Era especialmente competente para llevar la reunión a cabo por su cuenta, pero en el momento en que empezó a hablar de cifras y porcentajes Jimin sintió que faltaba la presencia de Yoongi. No porque no entendiera de lo que hablaban o tuviera dudas, simplemente, Yoongi tenía una habilidad para sacar mucho provecho de este tipo de reuniones, dando la sensación de seguridad sobre que la oferta era excelente y equitativa para ambas partes, aunque al final, Park Industries siempre se llevaba la mejor parte del negocio.
Frente al hombre de mediana edad, cabello rubio cenizo y ojos azul pálido, Jimin se sentía sólo, como un jugador de póker sin su as bajo la manga y la pesadez en el cuerpo se hacía más insoportable. El torbellino en su estómago empeoraba y el vínculo ardía con calor en su pecho y la parte posterior de su cabeza.
—Señor Park, no se ve muy bien ¿Necesita un descanso? —La voz de Müller sacó a Jimin de la somnolencia que no había advertido que nublaba sus sentidos.
—No es nada. El jetlag del vuelo temprano todavía me tiene un poco atontado. Por favor, continúe —murmuró, enderezando la postura en su asiento.
—Bueno, debo decir que esperaba ver al señor Min con usted. He estado hablando con él los últimos días y he odio cosas muy buenas de ustedes dos como equipo de trabajo. Me sorprendió que apareciera solo.

ESTÁS LEYENDO
Alfa |YM|
FanfictionSoy tu alfa... y tú eres el mío. ¿Crees en el destino? Eres mío y yo soy tuyo. Tu alfa Mi alfa ɑ Historia original ɑ No copias ni adaptaciones ɑ Omegaverse