El día comenzó como cualquier otro en la mansión de los Prince, con Hermione y Snape trabajando en sus respectivas tareas. Sin embargo, algo en el ambiente había cambiado. Hermione había estado revisando algunos de los textos antiguos en la biblioteca cuando encontró una carta escrita por Lily Potter. La letra, con su carácter fluido y alegre, le hizo sentir un nudo en el estómago.
Otra vez se había adentrado en la privacidad de su tutor.
Hermione se sentó en el suelo, con la carta en las manos, mientras la leía y sentía la tristeza por la pérdida de la mujer que nunca conoció, pero que había dejado una marca profunda en la vida de quienes la conocieron.
Más tarde, Snape encontró a Hermione en la biblioteca, aparentemente sumida en sus pensamientos. Se acercó a ella, con una expresión que combinaba curiosidad y preocupación.
- ¿Hermione? -su voz era suave, casi temerosa. - ¿Todo está bien?
Hermione levantó la vista, con lágrimas en los ojos.
- Encontré una carta de Lily. Es tan... personal. No sabía cuánto me afectaría leer algo que ella escribió. Es...estaba en uno de los libros que estaba leyendo, profesor.
Snape se detuvo, observando la emoción en el rostro de Hermione. Sus ojos, aunque duros en su exterior, mostraban un brillo de vulnerabilidad.
- Lily era una persona excepcional. Nunca me di cuenta de cuánto te recordaría a ella.
Hermione le entregó la carta, y Snape la tomó con cuidado. Mientras leía, un peso parece levantarse de sus hombros.
- Hay una parte de mí que siempre ha querido proteger a Lily, y veo en ti su esencia. Tu determinación, tu corazón... son muy similares a los suyos.
En los días siguientes, Snape comenzó a tratar a Hermione con una mayor comprensión y cuidado. Se dio cuenta de que, al igual que Lily, Hermione tenía un sentido de responsabilidad y compasión que le recordaba a la mujer que había perdido. Esta nueva perspectiva hizo que Snape se volviera más accesible y menos reservado.
Un día, mientras Hermione trabajaba en el jardín, se escuchó un crujido en el camino de entrada. Al levantar la vista, vio a Draco Malfoy caminando hacia la mansión. Había algo diferente en él: su postura era más firme y su expresión menos arrogante.
Cuando Malfoy llegó a la entrada, se encontró con Hermione, que estaba claramente sorprendida.
- ¿Malfoy? ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó Hermione, con una mezcla de sorpresa y desconfianza.
Draco se detuvo frente a ella, con una expresión seria.
- He venido a ofrecerte mi pésame. Me enteré de lo que pasó con tus padres. Lo siento mucho, Hermione.
Hermione se quedó en silencio por un momento, sin saber qué decir. La sinceridad en la voz de Draco era inesperada.
- Gracias. Agradezco tus palabras.
Snape se unió a la conversación, llegando con la camisa arremangada y algunas plantas para cambiar de lugar, observando a Draco con una mezcla de sorpresa y cautela.
- Draco, ¿qué te trae aquí además de las condolencias? -preguntó Snape, tratando de mantener un tono neutral- ¿Tus padres te han dado permiso?
Draco le dirigió una mirada a Snape, claramente incómodo.
- Solo quería asegurarme de que Hermione estuviera bien. La verdad es que, aunque nuestras diferencias en el pasado fueron muchas, me doy cuenta de que la situación es mucho más complicada ahora. También, y con tu permiso, deseo quedarme algunos días, la situación en casa está difícil, sobre todo después de lo que paso hace unas semanas.
Durante la visita de Draco, Hermione notó que él había cambiado. O solo ella quería creer que era cierto. Su comportamiento era más maduro y reflexivo. Parecía que el tiempo había hecho que reconsiderara su actitud y prioridades. Durante su conversación, Draco reveló algunos detalles sobre sus propias dificultades y cómo había lidiado con ellos. La conversación se volvió menos tensa a medida que compartían experiencias y comprendían mejor las luchas del otro. Hermione descubrió que, a pesar de sus diferencias, Draco había pasado por su propia forma de duelo y autoevaluación.
Eso había cambiado un poco la perspectiva de ella hacia él.
Más tarde, en el laboratorio, Snape y Hermione discutieron la visita de Draco.
- No esperaba que Draco viniera a ofrecer sus condolencias -admitió Hermione. - Parece que está tratando de cambiar.
Snape asintió, con una expresión pensativa.
- A veces, las circunstancias nos obligan a enfrentar nuestras propias debilidades y hacer cambios. Quizás él está encontrando su propio camino hacia la redención. Y eso es importante, porque más temprano que tarde él tendrá que escoger su camino, si es que ahora no lo ha hecho ya.
- ¿Está así por el innombrable? ¿Su familia está bien?
- Veo que no se te escapa nada, Hermione -sonrío de lado- es cierto, por eso está viniendo más seguido... espero que no te incomodé, pero Narcissa quiere que sea una lucha de perros viejos, él está mejor aquí que allá. No queremos que el señor oscuro lo manipule o Lucius le meta cosas en la cabeza. Sabes bien que Draco siempre sigue los pasos de su padre para ver si él está algún día orgulloso de él.
- Lo entiendo, no me molesta, podría quedarse todo el verano... ¿No crees? Le haría bien salir de esa horrible mansión.
Snape la miro aun cuando ella seguía plantando unas flores, los ojos le brillaron con cariño. ¿Ella estaba intentando ser amable con el chico que la había insultado desde que llego?
La quiso un poco más.
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Alguien a quien llamar papá
FanfictionEs quinto año. Voldemort está furioso, entonces decide darle donde más le duele a Harry. Con Granger. Aclaración: Severus en rol como padre.