Who Are You? •Hijack•

16

Jack se despertó de su larga siesta, pues un ruido en el exterior había perturbado su sueño, con precaución se levantó de la cama, tomó su bastón y salió del lugar, al estar afuera encontró a Copo, quien huía y le pegaba en algunas ocaciones al dragón negro de Hipo. Se sentó en las escaleras y observó el cielo nocturno un rato. Antes de regresar decidió caminar un rato por la isla en general, pues todo el lugar le daba una sensación extraña pero al mismo tiempo algo cálida, volteo a ver la parte natural de la isla, y con decisión comenzó a avanzar a esta, con cuidado de no ser visto. Caminó hasta que la zona se le hizo conocida, llegando al lugar que muchas veces aparecía en sus pesadillas, se acercó al lugar y al estar parado en la orilla de aquel lago cerró los ojos tratando de recordar algo. Pequeños destellos aparecían en su mente, lo más claro era que distinguía era  una persona más que lo acompañaba. Antes de poder continuar un alguien lo tomó del brazo haciendo que despertara. Volteó su rostro con una expresión que representaba tanto sorpresa como enojo.

Unos rato antes el joven castaño notó el espacio vacío en la cama, con algo de cansancio se frotó los ojos para examinar la habitación, la cual también estaba vacía. Salió de la cabaña con la esperanza de encontrarlo fuera de esta, al no hacerlo examinó miró a los alrededores, siente como si algo lo llamara a la zona del accidente y por su instinto caminó a ese lugar tan odiado por él. Para su buena o mala suerte Jack se encontraba hincado en la orilla del lago, rápidamente se acercó a el para llevarlo lejos del lugar.

Jack al notar al castaño se relajó un poco, observó como este lo tomó de ambos brazos para que se levantara y hasta ese momento fue consciente de su cambio de posición.

— Jack vamos, tenemos que regresar es demasiado tarde— mencionó cuando él otro ya estaba de pie.

— Hipo yo... yo quiero quedarme un poco más— pidió — por favor yo... necesito recordar—el castaño podía notar algo de suplica en su mirada.

— Jack no...no es buena idea que estemos aquí.

—¿Por qué?! ¡no lo entiendo! ustedes son raros, primero me confunden con otra persona, después comenzamos a coincidir en todas partes, por ultimo me traes a este lugar que ahora ya no quieres que visite— dijo un poco exaltado— no entiendo nada y mi mente tampoco me ayuda a tener un recuerdo claro— se agachó y comenzó a dibujar pequeños círculos en la tierra.

— Hace ya un tiempo un joven Jack Overland habitaba en Berk— comenzó a narrar captando la atención del albino— este joven era muy travieso, juguetón y también algo distraído, siempre lo regañaban por eso, pues tampoco era muy obediente— se sentó al lado del chico— nada podía lastimarlo, amaba a los dragones a pesar de que antes eran una amenaza— lo volteó a ver— él entregaba felicidad a un joven algo amargado que trataba de encajar entre todos los vikingos, pero el era débil y pequeño, una decepción para la aldea, pues el iba a ser el futuro jefe, pero a Jack no le importaba nada lo que iba a ser ese chico débil, y se volvieron amigos muy cercanos, hasta que un día él protagonista de nuestra historia tuvo un fatídico accidente, un día de invierno vino a este lago el cual estaba congelado, se paró en el centro creyendo que el hielo lo aguantaría, pero no fue así— bajó la mirada e intentó regular su voz, pues se estaba escuchando algo cortada— intentaron rescatarlo, pero hielo se rompió por completo haciendo la tarea imposible para esos tiempos así que dieron por muerto al joven, hasta hace poco tiempo que comprobaron que por algún milagro sigue con nosotros, algo diferente pero regresó— finalizó la historia.

Hipo se levantó de su lugar para posicionarse delante de Jack. 

— Esa es tu historia Jack, este es tu hogar si quieres volver a el y si no quieres tendrás que aguantarme, sufrí por tu supuesta muerte por durante siete años, no te volveré a perder— Jack levantó la mirada para poder hacer algunas preguntas.