Who Are You? •Hijack•

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Hipo logró llevar a Jack a Berk, consiguiendo su rápida atención, en cuanto terminaron de curarle sus heridas Hipo lo llevó a su cabaña para que descansara, lo cuidó todo el tiempo, al caer la noche no resistió y se quedó dormido a su lado, en una posición no tan cómoda. En la madrugada, el castaño fue despertado por los ligeros movimientos y quejidos del albino, de forma apresurada comenzó a moverlo para que se despertara.

— Jack, despierta— lo sacudió un poco, el albino comenzó a balbucear algunas cosas.

— Suéltenla...... llévenme a...mi.

— Jack, es una pesadilla, vamos, despierta— sacudió un poco mas fuerte, provocando que el albino abriera los ojos al fin.

Este no decía nada, solo respiraba con algo de dificultad, eso hasta que captó quien era la persona frente a el, Jack comenzó a buscar alrededor a la dragona, con esperanzas de que todo fuera una de sus tantas horribles pesadillas, eso hasta que, en un intento de levantarse, el dolor proveniente de la herida de su brazo le hizo darse cuenta que todo era realidad. Con miedo y desesperación sus ojos regresaron a los verdes orbes del castaño, en busca de algo de confort se lanzó al pecho de hipo en busca de un abrazo, el cual no tardó en llegar.

— Bonito, ¿Qué pasa? — cuestionó mientras acariciaba el cabello del contrario.

— Ellos... ellos se la llevaron, yo... yo no pude hacer nada, eran muchos.

— ¿Quiénes?

— Cazadores, ellos iban por mi. Si me hubiera entregado ella estaría a salvo— contestó mientras se frotaba los ojos, producto de las lagrimas que caían con intensidad.

— Tranquilo— tomó su cara entre sus manos y con sus pulgares limpiaba algunas de las gotas— la vamos a encontrar, no le harán daño— depositó un beso en su frente — te lo prometo— el llanto de Jack comenzó a calmarse

— ¿Estas seguro?

— Si, iremos a buscarla por la mañana, por ahora necesitas descansar, porque si te llevo así Copo me odiará mas de lo que ya lo hace— bromeo un poco, provocándole una pequeña sonrisa a Jack. Ambos se acomodaron sobre la cama, Jack entre los brazos de Hipo mientras este le seguía acariciando su cabello, pocos minutos después el albino cayó dormido, el castaño lo siguió vigilando hasta que su cuerpo no pudo más y fue vencido por el cansancio.

A la mañana siguiente, sus amigos, quienes habían llegado la noche anterior, fueron a buscarlo para informarle sobre la búsqueda de la rubia.

— No la encontramos, nadie a los alrededores la ha visto, los dragones tampoco lograron percibir su aroma— informó Patapez.

— No había mas que agua, agua y más agua— dijo la gemela

— Oh, y no te olvides del barco extraño que partía de la ultima isla— recordó el otro

— ¿Qué barco? — cuestionó el castaño

— Uno que se alejaba de donde encontramos a Jack— la cabeza de Hipo hizo click, si los gemelos sabían hacia donde iba el barco podrían encontrar a la dragona y tal vez a la rubia. Rápidamente les preguntó si sabían algo.

— Podemos ir detrás de el, tu solo síguenos Hipi.

— Preparen sus cosas, no parece ser un lugar bonito al que iremos— Hipo regresó a su habitación para poder despertar a Jack. Al entrar lo vio removerse algo incomodo mientras soltaba algunas quejas, se acercó a revisarlo, al ver que no se calmaba decidió levantarlo.

Jack se despertó con la respiración algo agitada, de la misma forma que el día anterior busco a su dragona con la vista, pero nuevamente no encontró nada. Hipo ingresó a la habitación para comentarle a su compañero sobre la información obtenida por los gemelos.