Ante la aparición de un nuevo villano, Hipo busca proteger a los dragones y a su pueblo, descubriendo una nueva especie de dragón y a un jinete misterioso con un aura un poco extraña
Después de la partida de Hipo, Jack, se quedó observando la entrada por unos minutos, hasta que un golpe lo hizo reaccionar.
– Oye! ¿por qué me pegas?– reclamó en forma de reclamo mientras se volteaba para encarar a su dragón. Este solo soltó un bufido como respuesta viéndolo con una cara molesta.
– ¿Qué pasa?– cuestionó - tranquila, solo tenía curiosidad, tú eres más linda- Jack trató de convencer a su dragón, pues por como lo veía supuso que sentía celos del dragón negro que anteriormente había acariciado. Copo al escuchar eso se giró para dirigirse a su área de descanso.
– Creo que debemos de cambiar temporalmente nuestra área de descanso, ¿tu qué crees?– volteó a ver a su mascota la cual solo lo ignoraba – Si, creo que debemos movernos, mañana cambiaremos– se contestó el solo para después comenzar a guardar sus cosas.
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Hipo llegaba a Berk, iba tranquilo, pues había encontrado y convivido un rato con Jack, ya había olvidado lo cómodo que llegaba a sentirse con él, aunque solo fueron unas pocas horas. Al llegar a la isla se dispone a avanzar a su cabaña siendo detenido por Astrid y los gemelos.
– Astrid, ¿qué pasa?
– Hipo, ¿dónde estabas? llevamos buscándote todo el día– dijo con algo de alivio
– Fui a volar con Chimuelo, como siempre– respondió – ¿Ocurre algo?
– No, solo que por lo ocurrido anteriormente con tus padres, tu papá se preocupó un poco, pero no es nada para preocuparse.
– Ok, entonces iré a descansar, hoy fue un día pesado– mencionó mientras comenzaba a avanzar – Nos vemos mañana chicos– se despidió.
– Se ve algo feliz ¿no? o me golpeé demasiado fuerte esta vez– Soltó uno de los gemelos, recibiendo un lento asentimiento de parte de los otros dos presentes.
Al llegar a su cabaña Hipo, esperaba algún sermón de parte de su padre, pero milagrosamente no se encontraba presente, así que comenzó a avanzar a su habitación, cuando estuvo a punto de ingresar es detenido por llamado.
– Hipo
– Mamá, me asustaste– su madre solo lo observó, solo con su mirada logró que Hipo captara lo que quería – Amm, yo..yo solo fui a explorar y se me pasó el tiempo, perdón por preocuparlos– Respondió mientras se rascaba la cabeza demostrando su nerviosismo.
Su madre soltó una pequeña risa haciendo que el castaño se relajara, pues sabía que no recibiría ningún regaño.
– Tranquilo, solo, avísale a alguien para la próxima, ve a descansar, Chimuelo se ve agotado– le ordenó antes de retirarse del lugar.
Se adentró a su habitación siendo seguido por Chimuelo, quien al estar dentro calentó su roca para después acurrucarse en ella, Hipo se quitó la armadura para poder acostarse y descansar, tenía esperanzas de que mañana sería un buen día.
