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Las piernas le temblaban con cada paso por alguna razón sentía su cuerpo caliente, como si estuviera entrando en celo algo que era imposible faltaban alrededor de dos semanas para que eso.

Sin embargo se sentía mojado, excitado aunque no haya tomado una sola gota de alcohol. Tal vez alguien altero su bebida y el no se dio cuenta de eso.
Cuando sus piernas finalmente perdieron el equilibro y callo de rodillas. Respirando de forma entrecortada mas bien una respiración jadeante por que el oxigeno no llegaba a sus pulmones.

—Levantate...— por un momento había olvidado al hombre que lo saco de ese horrible lugar, aunque su cabeza estaba en blanco y no pensaba con claridad. —¿que es lo que te pasa? Ah—

Félix abrió la boca pero no pudo formular una sola palabra cuando el hombre lo levanto como un saco de papas y lo puso sobre uno de sus anchos hombros. E incluso le pego en el trasero.

Sólo logro gemir ante eso y dejo que el desconocido lo llevara a donde fuera, ya no estaba pensando de forma sensata era como su el miedo de Félix se hubiera ido por un tubo. Y en su poca conciencia solo vio a mas de seis hombres seguirlos cargando armas y con expresiones que decían que no tenían ningún remordimiento en matar a alguien.

Genial, pensó el menor antes de cerrar los ojos.

Cuando abrió nuevamente los ojos parpadeo varias veces para acostumbrarse a la obscuridad de esa habitación

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Cuando abrió nuevamente los ojos parpadeo varias veces para acostumbrarse a la obscuridad de esa habitación. La cama era muy grande solo eso podía decir. La humedad que había entre sus piernas y el fuerte olor a alfa en celo solo indicaba una sola cosa: iban a terminar follando.

Y el ya había perdido el control de su cuerpo hacia ya mucho, por lo que no protesto cuando unos fuertes brazos lo tomaron por detrás.Y un aliento caliente choco contra su nuca

Mientras le quitaba la camisa por encima de la cabeza también le quito los pantalones junto con su ropa interior de un abrir y cerrar de ojos quitándole el aliento.

Abajo — gruño el alfa tumbándolo a la cama nuevamente poniéndolo en cuatro con la cabeza contra el colchón. —-separalas...

—un momento...— gimió cuando le ato las muñecas por detrás de la espalda. Para mantenerlo quieto.

Entonces fue cuando dos dedos lo penetraron sacándole un grito cuando empezó a moverlos estirando su entrada. Y agradeció estar sólo suficientemente lubricado por de lo contrajo hubiera dolido.

Se retorció cuando sintió que estaba tocando algo que lo hizo un nudo en el vientre, una sensación extraña lo recorrió de pies a cabeza y lo hizo temblar.

Suficiente...— gruño retirando ambos dígitos de su interior ahora para remplazarlos con su pene.

||Yuanfen|| HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora