—Los presento —dijo Alex, sacándome de mis pensamientos—. Jenni... ellos son Josh y Miguel. Chicos... ella es Jenni, mi mejor amiga. Nos acompañara esta noche.
—¡Hola, mucho gusto! —saludé emocionado.
—Hola... —respondió con frialdad, no parecía ser una chica muy agradable.
—¡Vamos, anímate! —mencionó Alex, dándole unas palmadas en la espalda. —No seas tímida...
Jenni esbozo una pequeña sonrisa y entonces comprendí la situación. No era que fuera cortante o fría, simplemente era una chica introvertida. Lo mejor que podía hacer era ser atento y simpático con ella, no quería que se sintiera incómoda por tener que pasar tanto tiempo con extraños.
—Pue... ¡Puedes sentarte aquí! —dije, señalando al asiento al lado mío.
Ella sonrió demostrando su aprecio por mi propuesta, pero rápidamente apartó la mirada y la posó sobre los ojos de Alex.
—Si quieres puedes sentarte adelante —dijo Alex, comprendiendo su lenguaje corporal—. Yo me iré atrás con los chicos.
La morena asintió y, sin esperar más tiempo, se dirigió al asiento delantero. Casi podía escuchar a Dany gritando en sus adentros, era más que obvio que deseaba con toda su alma que Alex fuera la que se sentara a la par suya.
Corrí mi cuerpo para darle espacio a Alex para que se sentara y, en cuanto ésta cerró la puerta, Dany emprendió el viaje hacia el campo de la feria.
No podía dejar de observar a Jenni, el viento que penetraba a través de la ventanilla hacía mover sus rizos en un hermoso vaivén que me tenía hipnotizado. Durante todo el camino, ella no mencionó palabra alguna, se limitó a observar a los árboles pasar frente a sus ojos.
Después de un rato, unas pequeñas luces de colores se hicieron notar a la distancia. Dany estacionó el vehículo en el parqueo de la feria y todos proseguimos a salir de él.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Dany emocionado.
—Pues yo tengo ganas de acabarlos en el tiro al blanco —respondí orgulloso.
—No estés tan seguro de eso —dijo Miguel rápidamente.
—¡Ay, vamos Michel! Los he hecho trizas durante tres años consecutivos.
—Ajá... Pero este año será diferente, he estado practicando.
No pude evitar reírme.
—Miguel... Jugar todo el día al Call of Duty no te hace mejor tirador.
—¿En serio juegas todo el día al Call of Duty? —preguntó Dany, incluyéndose en nuestra discusión.
—¡¿Qué tiene?! Es un excelente videojuego...
—Eres demasiado niño rata... —bufó Dany decepcionado.
—¿Qué? ¡¿Por qué?! ¿Me vas a decir que tampoco puedo jugar Minecraft?
—¡¿Juegas Minecraft?! No... Eso ya es demasiado, ¡largo! —dije, señalando la salida.
—Pero...
—Largo Miguel, estás castigado —interrumpí de nuevo.
Mi amigo dio media vuelta y se alejó de nosotros sin reclamar, caminó cabizbajo durante varios metros mientras pateaba piedras como si fuera un niño a quien acababan de regañar por haber hecho algo mal.
—Y no vuelvas hasta que reflexiones sobre lo que has hecho! —grité mientras tomábamos distancia—. A veces no sé por qué decidí criar a ese mocoso —bromeé, dirigiéndome a Dany.
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Inmaduro Amor Ocasional (CORREGIDO)
Ficção Adolescente¿Eres capaz de quitar tu mascara y mostrar tus heridas? Daniel Ashton no ha tenido la vida perfecta que un adolescente desearía. Existen momentos dolorosos que lo han hecho sufrir desde pequeño y, aunque trata de ser el chico divertido de siempre, é...