—¡Mi-guel, Mi-guel, Mi-guel!
Escuchaba al público gritar mi nombre una y otra vez. El anfitrión dio la bienvenida y la imagen de una ruleta apareció en la gran pantalla.
Todos sabíamos que el primer juego siempre era un «shooter», pero la selección del titulo siempre era al azar. La ruleta comenzó a girar y poco a poco fue reduciendo su velocidad hasta por fin mostrarnos el nombre del videojuego: Call of Duty.
—¡Sí! —grité alzando mi puño en el aire, ese se me daba bastante bien.
El juego constaba de una partida todos contra todos, el que obtuviera el mejor punteo de los diez participantes pasaba a la siguiente ronda.
—¡Ya sabemos cuál es el desafío! Ahora... ¡Veamos quienes serán los retadores!
En la pantalla aparecieron los nombres de los jugadores que empezarían con la primera ronda. Mi nombre fue de los primeros en aparecer. Estaba decidido a dar un buen espectáculo.
Traqueé mis dedos antes de empezar a subir al escenario y, rápidamente, me senté en uno de los sillones. Los demás participantes subieron al escenario y también ocuparon su lugar.
Unos grandes números aparecieron en pantalla e hicieron cuenta regresiva. En cuanto inició la partida, no tardé mucho tiempo en encontrar a todos los enemigos y matarlos de un certero disparo a la cabeza. Me conocía de memoria todos los mapas, así que no era sorpresa que me posicionara en el primer lugar tan rápido.
Una vez terminada la partida, bajé victorioso y tomé mi lugar en el área de ganadores. Melissa subió después y no tardó en bajar de igual forma, con la victoria en sus manos.
Noté como me guiñó el ojo con una media sonrisa burlona al tiempo que tomaba su lugar en el área de ganadores. Apreté mis puños con fuerza, de verdad me caía mal esa chica.
Esperamos a que todos los participantes terminaran la primera ronda hasta que solo quedamos dieciséis jugadores en el torneo.
Al contrario de la primera ronda, la segunda siempre era diferente. Nadie sabía que videojuego podría tocar. El año pasado fue uno de carreras, pero en años anteriores había sido de pelea. De esa forma, nunca se podía tener una idea clara de lo que nos esperaba.
La ruleta empezó a girar y, poco a poco, redujo su velocidad de nuevo. Esta vez se notaba mucho más el interés de los jugadores por saber cuál sería el videojuego seleccionado. La ruleta finalmente se detuvo y hubo un silencio fúnebre por el nombre que había aparecido: FIFA.
—¡Diablos! —grité en mis adentros.
No había practicado suficiente los juegos de deporte, mucho menos los de fútbol.
—¡Sí! —gritó Melissa desde el otro lado.
—¡El videojuego está decidido! —habló de nuevo el anfitrión—. Se estarán jugando dos mini torneos al mismo tiempo, uno en cada pantalla —explicó, señalando a las pantallas a los lados del escenario—. Los retadores serán seleccionados al azar para quedar ocho jugadores por torneo.
Los nombres empezaron a aparecer en la gran pantalla. Volteé a ver a Melissa, ésta se notaba bastante entusiasmada por jugar. No me hubiera gustado quedar en el mismo torneo con ella.
Regresé la mirada a la pantalla y noté que mi nombre quedó en un torneo diferente al de Melissa. No me sorprendería que todo estuviera arreglado para que nos termináramos enfrentando en la final, era bastante obvio que les servía que hubiera rivalidad.
Todos subimos y tomamos nuestros respectivos lugares frente a la gran pantalla. Los partidos eran de uno a uno y no había encuentro de vuelta, quien perdía era eliminado del torneo.
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Inmaduro Amor Ocasional (CORREGIDO)
Ficção Adolescente¿Eres capaz de quitar tu mascara y mostrar tus heridas? Daniel Ashton no ha tenido la vida perfecta que un adolescente desearía. Existen momentos dolorosos que lo han hecho sufrir desde pequeño y, aunque trata de ser el chico divertido de siempre, é...