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Al salir del baño, T/N se secaba el cabello mientras el vapor aún llenaba el espacio. El sonido de una notificación en su teléfono la hizo detenerse y mirar la pantalla. Era un mensaje de Reiner.

—Ey Galla, mira lo que encontré en el baúl de mi abuela. ¿Te recuerda a alguien? Sé que tocas violín y me acordé de ti al ver esto —decía el mensaje, acompañado de una foto de una pequeña caja musical con un violín de cerámica.

Respondió rápidamente al mensaje, intrigada.

—¡Hola, Reiner! La caja musical es realmente bonita. No puedo decir que sea la misma que conocí, pero el diseño del violín me recuerda a una que solía ver cuando era pequeña. ¿Dónde la encontraste ?

Reiner respondió pronto.

—La encontré en el baúl de mi abuela. Estaba guardada entre otras cosas viejas. Pensé que podría traerte buenos recuerdos dado que sé que tocas el violín.

T/N se sintió tocada por el gesto, aunque no fuera una caja musical de su propia familia. Era significativo.

—Es muy dulce de tu parte, me alegra mucho que hayas pensado en mí. ¿Te importaría guardarla hasta que pueda verla?

Reiner contestó con amabilidad.

—Claro, la guardaré para ti. Si quieres, podemos vernos más tarde en clase para que la recojas.

T/N sonrió al leer el mensaje, agradecida por el mensaje de Reiner.

—¡Gracias, Reiner! Aprecio mucho que hayas pensado en mí con esto.

T/N salió de casa con el ánimo un poco más ligero, gracias al pequeño consuelo que le había brindado el mensaje de Reiner. Caminó hacia la universidad.

Cuando llegó a la escuela, vio a Reiner esperando cerca del aula de arte. Al verlo, se acercó con una sonrisa.

—¡Hola, Reiner! —saludó T/N, sintiéndose un poco más animada al verlo.

Reiner le devolvió la sonrisa y la saludó con un gesto amigable.

—¡Hola, T/N! Estaba esperando para entrar a la clase. ¿Lista para conocer a uno de mis profesores favoritos?

—Sí, definitivamente —respondió T/N, sintiendo que la compañía, al entrar el profesor Erwin Smith se encontraba entregando hojas de trabajo a los estudiantes.

Durante la clase de arte, se sentaron juntos, reían mientras trabajaban. En un momento, Reiner, con su humor tonto, decidió hacer una pequeña travesura. Usó un poco de pintura roja y, sin que T/N se diera cuenta, le pintó la nariz de color rojo.

Cuando T/N se dio cuenta, se rió al verse en el espejo.

—¡Reiner! ¿Qué hiciste? Agradece que no tengo un maquillaje en el que me esforzara. —exclamó, mientras se reía al ver la nariz roja.

Reiner se rió junto a ella, disfrutando de la reacción.

—Solo quería añadir un toque de color. ¡Te ves muy linda y tierna!

Los dos continuaron bromeando y jugando durante el resto de la clase. La atmósfera ligera y la risa ponían feliz a T/N.

—Oye, Galla, me olvidé de darte esto antes —dijo Reiner, extendiendo la caja musical que había encontrado en el baúl de su abuela.

T/N miró la caja con sorpresa y alegría. La reconoció inmediatamente y sintió una oleada de gratitud. Sin pensarlo dos veces, se acercó a Reiner y lo abrazó con fuerza. Su cabeza apenas llegaba al pecho de Reiner debido a la diferencia de altura.

—¡Muchas gracias, Reiner! —dijo T/N con la voz un poco ahogada por el abrazo—. No sabes cuánto significa esto para mí.

Reiner, aunque un poco sorprendido por el abrazo repentino, correspondió el gesto con una sonrisa cálida, acariciando su espalda en un gesto reconfortante.

—De nada, T/N. Me alegra que te haya gustado.

T/N se separó un poco, sonriendo mientras miraba la caja con ternura.

—Lo aprecio mucho —dijo T/N—. Realmente necesitaba algo como esto para animarme un poco.

Reiner asintió con comprensión.

—Me alegra haber podido ayudarte. Si necesitas algo más, solo dímelo.

—Ahora déjame limpiarte eso que estorba en tu linda cara... —dijo Reiner, extendiendo un pañuelo.

T/N se puso nerviosa al escuchar el comentario y ver el pañuelo, pero intentó mantener la calma y no dejar que su incomodidad se notara demasiado.

—Oh, no te preocupes por eso —dijo T/N, tratando de desviar la atención—. Es solo pintura, ya se irá sola.

Reiner, sin embargo, ya estaba decidido a ayudar. Se inclinó un poco hacia ella, con el pañuelo en la mano.

—Vamos, no es problema. Además, ya que te he pintado, me parece justo limpiarlo —bromeó, mientras empezaba a limpiar suavemente la pintura de su nariz.

T/N no pudo evitar sonreír al ver la actitud tan atenta de Reiner. Aunque estaba un poco nerviosa por la cercanía, apreciaba el gesto amable. Se quedó quieta mientras él limpiaba la pintura, sintiendo la suavidad del pañuelo en su piel.

—Gracias, Reiner —dijo T/N con un tono de gratitud sincera—. Realmente aprecio que te tomes el tiempo para hacerlo.

Reiner terminó de limpiar la pintura y la miró con una sonrisa satisfecha.

—Listo, ahora estás perfecta. No quería que te fueras con la nariz roja por ahí.

Al terminar las clases del día, T/N y Reiner caminaron juntos hasta la salida de la escuela. Habían pasado un buen dia en la universidad, el día se sintió más ligero gracias a la compañía de Reiner. Al llegar al portón, ambos se detuvieron para despedirse.

—Bueno, T/N, nos vemos mañana —dijo Reiner con una sonrisa amistosa, guardando las manos en los bolsillos.

T/N le devolvió la sonrisa, sintiéndose más relajada después de su compañía.

—Sí, Reiner. Gracias por todo hoy, en serio. Me ayudaste a distraerme un poco.

Reiner dio un paso hacia ella, y antes de que T/N pudiera reaccionar, él se inclinó y le dio un beso en los labios, rápido pero inesperado. La cercanía, el gesto tan repentino, dejó a T/N completamente desconcertada.

Cuando se separaron, T/N abrió los ojos con sorpresa, sin saber qué decir. Su corazón latía rápido, y su mente se nubló de confusión. Se quedó inmóvil por un segundo, procesando lo que acababa de suceder.

—Reiner... —murmuró, incapaz de encontrar las palabras adecuadas.

Reiner, por su parte, mantuvo una sonrisa tranquila, como si el beso hubiera sido algo natural. Pero T/N no lo veía de la misma manera.

Sintiendo el impulso de alejarse, T/N dio un paso atrás, llevándose una mano a los labios, aún sorprendida.

—Tengo que irme... —dijo rápidamente, aún confundida por lo que acababa de ocurrir. Sin esperar respuesta, se giró y comenzó a caminar hacia el auto de su hermano, Porco, que ya la esperaba.

Mientras se alejaba, su mente seguía intentando procesar el beso. No había esperado algo así de Reiner, y no sabía cómo sentirse al respecto.

Cuando T/N llegó a casa, su mente aún estaba revuelta por lo que había pasado con Reiner. No le dijo nada a su hermano Porco, quien apenas la saludó al entrar, y subió directamente a su habitación. Cerró la puerta detrás de ella con un suspiro pesado, tratando de calmar su mente.

La luz tenue de su escritorio iluminaba la habitación de manera suave, un ambiente tranquilo mientras se sentaba a terminar el trabajo de la universidad. A pesar de la calma en su entorno, su cabeza seguía llena de pensamientos sobre el beso de Reiner.

𝑀𝑒𝑙𝑎𝑛𝑐𝑜𝑙í𝑎 「𝐹𝑎𝑛 𝐹𝑖𝑐 Eren Jeager」+18 snk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora