Narra Samantha
Baje la mirada, nerviosa, mientras Adrián se acomodaba la chaqueta, un tanto incómodo, pero con una ligera sonrisa en los labios.
Rosario: Tranquila, no te voy a regañar, solo quiero recordarte que tu papá no es tan relajado como yo -me advirtió, aún manteniendo una expresión relajada pero seria-. Ten cuidado, Samy.-
Samantha: Lo sé, mamá -respondi, intentando no parecer tan nerviosa.
Adrián intentó despedirse con cortesía.
Adrián: Bueno creo que ya es hora de irme... Buenas noches señora Rosario-
Rosario: Buenas noches, Adrián. Cuídate.- dijo mi mamá despidiéndose con una seña de mano.
Samantha: Nos vemos mañana- le dije a Adrián con una sonrisa, abrazándolo. Cuando nos separamos, me dio un pequeño beso en la frente antes de despedirse definitivamente.
Mi mamá esperó a que Adrián se alejara lo suficiente antes de girarse hacia mi con una sonrisa un tanto maliciosa.
Rosario: Entonces... ¿desde cuándo te estás viendo con él?- preguntó, cruzando los brazos.
Me tense un poco, aunque sabía que no podía evitar esa conversación.
Samantha: Mamá, no es gran cosa... llevamos un mes, más o menos.
Rosario arqueó una ceja, claramente esperando más detalles.
Rosario: ¿Un mes? ¿Y por qué no me habías dicho nada? No me digas que piensas ocultarlo para siempre...-
Samantha: No es eso, mamá. Solo que... bueno, papá. Ya sabes cómo se va a poner. Quiero estar segura de que todo va bien antes de decirle.-
Asintió lentamente, como si entendiera la lógica, pero no completamente convencida.
Rosario: ¿Y ya consiste a su familia?- Verga lo que no quería que me preguntara lo hizo.
Suspire, sabiendo que no tenía escapatoria.
Samantha: No aún no...-
Rosario: Samy...-
Samantha: Mamá estiendeme porfavor, queremos tenerla en secreto hasta estar listos-
Rosario: El no es el hijo de la vecina?-
Samantha: Lo notaste....- dije susurrando
Rosario: Es enserio Samantha?-
Narrador Omnicente
Adrián llego a casa con el estómago revuelto. Al ver las luces de la sala encendida. No era habitual que sus padres estuvieran despiertos en esta hora, y mucho menos esperándolo en la sala.
Entro y los vio sentados en el sofá, serios y cruzados de brazos.
Su mamá, con su típica mirada de desaprobación, y su papá, con el ceño fruncido. El ambiente se sentía pesado, cargado de tensión.
Adrián: Buenas noches... -saludo, intentando sonar despreocupado, pero su voz comenzaba a temblar un poco.
Javier: Siéntate, Adrián -ordenó su padre, sin levantar la voz pero con un tono autoritario que no admitía discusión.
Adrián obedeció, sintiéndose como si estuviera frente a un tribunal.
Alma: Llevas días llegando tarde sin dar explicaciones -comenzó su madre, su voz llena de reproche-. No es propio de ti andar por ahí a estas horas. Queremos saber qué está pasando y con quién te estás juntando.-
Javier: Ya no eres un niño Adrián, pero eso no significa que puedas hacer lo que quieras. Vivir bajo este techo implica respeto y reglas.-
Adrián tragó saliva, sintiéndose acorralado. No sabía cómo explicarles sin desatar un interrogatorio aún más severo.
Sabía que sus padres no aceptarían fácilmente que estaba saliendo con una chica, y menos en secreto.
Adrián: Eh... he estado con algunos amigos, no es nada raro. Solo salimos a cenar o a caminar...-
Pero su excusa fue rápidamente cortada por su papá.
Javier: ¿Qué amigos, Adrián? Queremos nombres. No podemos confiar en lo que no conocemos.-
El silencio en la sala se volvió abrumador, y Adrián no sabía qué responder.
Justo cuando el pánico comenzaba a apoderarse de él, escuchó los pasos rápidos de su hermana Julieta, quien entró en la sala como si supiera exactamente lo que estaba pasando.
Julieta: ¡Ah, aquí estás! -dijo con una sonrisa despreocupada-. Mamá, papá, no se preocupen tanto. Adrián estuvo conmigo.-
Los ojos de sus padres se movieron de Adrián a Julieta, claramente sorprendidos.
Alma: ¿Contigo? -repitió, aún escéptica.
Julieta: Sí, salimos a ver unas cosas y luego fuimos a cenar. Nos encontramos con unos amigos suyos y yo me regresé, y olvidé avisarles. Es culpa mía.-
Adrián la miró, agradecido pero aún nervioso.
Javier: Julieta, sabes que debías habernos informado -le dijo su padre con el mismo tono autoritario-. No es la primera vez que llegas tarde, Adrián, y no quiero que esto se vuelva una costumbre.-
Julieta asintió, poniendo su mejor cara de arrepentimiento.
Julieta: Tienen razón, papá. Lo siento. Pero no se preocupen, no es nada malo.-
La mamá de Adrián miró a ambos con sospecha, pero decidió dejarlo pasar por el momento.
Alma: Está bien, pero que no se repita. Y tú, Adrián, más te vale que lo que tu hermana dice sea cierto.-
Adrián asintió rápidamente.
Adrián: Sí, mamá, lo prometo.-
Adrián se levantó aliviado, sabiendo que había escapado de una situación mucho peor gracias a Julieta. Cuando pasó junto a ella, le susurró un agradecimiento.
Julieta le sonrió de lado y le dio un ligero empujón.
Julieta: La próxima vez, avísame antes de que te metas en problemas.-
Adrián: Gracias te debo una- y subió a su habitación...
Outfit de Adrian
Holaaaaa, aquí tienen un capítulo, posiblemente más al rato suba de Ringside Romance.Puedes ser no estoy seguro.
Los quiero 🤘🏻
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Amor Prohibido- Rivers gg
RandomAdrián Ramírez Castillo y Samantha Rivera Treviño. Adolescentes en su primer año de Universidad, formarán una amistad que durará años, y posiblemente, formar una relación, pero no sera tan fácil ya que el padre de Samantha y el padre de Adrian estar...