Después de ver a la Emperatriz y a Leon, el emperador Frederic se dirigió solo al lugar más secreto del palacio imperial. El sacerdote que estaba allí se postró durante mucho tiempo frente a la enorme estatua del dragón, luego se levantó lentamente.
—Hay una manera de romper la maldición del príncipe.
Ante esas palabras, el emperador Frederic dejó escapar una exclamación mezclada de sorpresa y alivio. ¡Poder curar una enfermedad que nunca se ha curado!
Sin embargo, las siguientes palabras lo obligaron a mantener la boca cerrada.
—La clave está en el Norte.
Norte, ¿qué tipo de broma es esta?
—¿Hubo otras profecías?
—No hubo otras profecías además de esa.
El Emperador preguntó con una cara pensativa.
—Si está en el norte, ¿se refiere al Gran Ducado de Leone?
—El Gran Ducado de Leone ocupa la mayor parte de la parte norte del continente... es lo más probable.
—¿Qué se supone que debe hacer allí?
—... Su Majestad, lo siento, pero incluso si soy un sacerdote, no puede sumar o restar arbitrariamente de la profecía de Dios.
—Sí.
Frederic se tocó la frente. Era deplorable que se tuviera que ver en su hijo una enfermedad que había estado presente durante varias generaciones. Aun así, nunca se había logrado romper la maldición, así que pensó que era una suerte por un momento escuchar que había una respuesta.
Pero la clave para desbloquear la maldición está en el Norte.
¿Por qué en el Norte?
La relación entre el Gran Ducado de Leone y el Imperio de Theian no fue lo suficientemente buena desde la fundación del país hasta el punto de que no bastaba con decir que eran enemigos. Así es, ¿la enfermedad que apareció en su hijo no es solo una maldición del fundador del Gran Ducado?
Se dice que el Gran Duque Haros Leone, quien fundó el Gran Ducado de Bondi Leone, y Teron Theian, el fundador del Imperio Theian, eran amigos cercanos. Sin embargo, el egoísta Haros, que no estaba satisfecho con el Gran Ducado, trató de tragarse al imperio y, después de una feroz batalla, Teron logró matar a Haros y proteger el imperio.
Sin embargo, Haros maldijo a Teron justo antes de morir, y como resultado, la familia imperial Theian, que heredó la sangre de Teron, padeció una enfermedad que los convirtió en bestias durante varias generaciones. Debido a esta historia, han sido enemigos durante cientos de años.
Además, se rumoreaba que Lucas Leone, el Gran Duque de esta generación, era temible entre todos los Grandes Duques del pasado. Un gran duque monstruoso que desgarraba y mataba monstruos con sus propias manos, y cortaba incluso a los niños sin piedad, sin sangre ni lágrimas.
No había habido ningún problema importante últimamente, pero había sedimento acumulado a lo largo de los años, por lo que no sabía qué peligro enfrentaría el joven príncipe allí.
—Sacerdote, ¿realmente está diciendo que no hay otra respuesta que el Gran Ducado de Leone?
La voz del sacerdote fue firme al responder a la pregunta del Emperador.
—La profecía de Dios es clara. Como dije antes, no es algo que se pueda cambiar.
—... Haa. ¿Es lo único que se puede hacer?
—Sí, lo es.
Incluso si fuera una profecía, era imposible enviar al joven príncipe a un lugar lleno de peligro.
