Extra - Capítulo 14

1 0 0
                                    

La carta de Michelle, excluyendo el simple saludo por delante y por detrás, era la siguiente.


• ──────────── •

La vida es impredecible, pero estoy preocupada porque no hay futuro en el castillo Leone. Lucas, sabes que Zion y yo no podemos tener hijos.

Estos días sigo soñando con el día en que me lastime la pierna. Si mañana nos pasa algo a Zion y a mí, las pobres personas del norte no podrán ni dormir pensando en qué hacer.

• ──────────── •


Entonces la conclusión fue darle el apellido 'Leone' a Elise, quien ama a Leone y quiere ir a menudo, pedirle que sea su hija adoptiva.

Fue una sugerencia tan aterradora que la mano que sostenía la carta tembló. Ahora está pidiendo que su hija de sólo 10 años sea su hija adoptiva. No importa cuánto amaba Lucas a Michelle y Leon, era imposible. Lo sabía, pero ¿qué pensaría Leon cuando lo vea? Fue una oferta de que incluso si corría hacia Leone y peleaba con Michelle, no tenía nada que decir.

Cuando tenía prisa por encontrar un lugar donde esconder la carta, entró Leon.

Los ojos de Leon alcanzaron la carta que Lucas sostenía. Se dio cuenta de que la carta contenía algo inusual con solo mirarlo demasiado sorprendido, respiraba con dificultad y tenía las manos temblorosas.

—Lucas, ¿qué pasa? ¿Qué tipo de contenido tiene esa carta?

Lucas escondió la carta de manera notoria.

—Es una carta de Michelle y no es gran cosa...

Ahora estaba mintiendo. Lucas le mintió. ¿Qué demonios?

—¿Por qué tienes tanta prisa por esconder la carta?

Lucas giró su mano oculta hacia adelante.

—No lo escondí con prisa.

—¿Es realmente una carta de Michelle?

—Leon, es cierto. ¿Por qué mentiría sobre eso? ¿Me estás cuestionando?

Los ojos de Leon se entrecerraron.

—Entonces, ¿puedo echar un vistazo?

—...

El silencio de Lucas enfrió la frente de Leon. No podía creer que Lucas estuviera tratando de ocultarle un secreto.

—Estoy preguntando. ¿Puedo leerlo?

Lucas le tendió una carta. Fue una mirada fría y sin emoción. Si no lee esta carta, pensará que dudó de él. No sabía si hay algo más aquí, pero si no hay nada, no podía evitar sospechar de Lucas.

Era una situación en la que no podía hacer esto o aquello.

—Lucas, no quiero dudar de ti. Así que dímelo directamente. ¿Estás seguro de que solo está saludando?

Aunque no quería, adoptó un tono interrogativo. Era inevitable porque estaba triste porque Lucas le había ocultado un secreto.

—Ha... Sí, no es sólo un saludo.

Cuando escuchó la verdad, perdió fuerza en sus hombros muy tensos.

Sintió como si hubiera abierto la caja de Pandora, que no debería abrirse. Aun así, desde que la abrió tenía que preguntar hasta el final.

AmapolasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora