Cada vez estaba más indecisa con todo. Por una parte era lo que más deseaba desde siempre: escapar. Y por otra, estaba mi padre, mis amigos, mi gente. Era todo muy arriesgado. Quería irme, pero no para siempre. No era tan fría.
Pasaron unos días de aquella conversación, y sonó la alarma hacia las 3 de la madrugada. Ithan, Mario, Aura, Bea, Teo y yo luchábamos solos por primera vez.
Me puse la equitación blanca (pantalones pegados, camiseta, chaleco protector, armas en los bolsillos interiores, deportivas de montaña con suelas especiales) y, como siempre, al mirarme pensaba que parecía que iba a una fiesta ibicenca...
-¿Estás listo?-le pregunté a Ithan. No se mostró nervioso en ningún momento, ya que nunca le había visto asustado o fuera de control, a penas dos o tres veces en este tiempo. Me miró con sus ojazos azules, y asintiendo con la cabeza me dio un beso en la frente. Entonces llegó mi padre para darnos las coordenadas exactas de dónde se encontraba aquel grupo de Oscuros, los cuales, lamentablemente, habían asesinado a un par de chavales hace dos semanas a unos kilómetros de aquí. No podíamos salvar a todo el mundo.
-Espera-dijo mi padre. El resto salió para dejarnos solos.
Le miré y me invadió un nudo en el pecho: no sería feliz aquí nunca. Pero lo quería demasiado para despedirme para siempre. Era mi padre, a pesar de que no me entendiera.
-¿Estás preparada, no?
-Bueno. Algún día teníamos que ocuparnos nosotros.
-Estoy seguro de que puedes con todo-sonrió un poco, solo un poco. No era un hombre alegre. -Mucha suerte, hija.
Me dio un abrazo, y yo le correspondiente, sintiéndome peor. Se dio la vuelta, y cada uno siguió su camino, por el momento.
En las historias de amor, nunca cuentan que hay más vida. Que se dejan atrás muchas cosas por amor.-Yo llevo el aparato este-murmuré a los demás.
-Se llama AL (aparato localizador)-me corrigió Aura. Las almas blancas inventaron una especie de GPS antes que los humanos, que lo sacaron al mundo años más tarde.
-Bueno. Os voy guiando con el AL-recalqué la ultima palabra- Giramos a la derecha.
Empezamos a hablar de cosas de siempre, de planes, de cotilleos, cuando ya casi estábamos llegando.
-Ahora todo recto-teníamos que susurrar- y la primera a la derecha.
-Teo, tú tumbas al más grande nada más verle, como hemos hablado-dijo Aura, y él asintió.
Un callejón oscuro y sin salida debido a una alta valla nos hacía encontrarnos con tres Oscuros que me resultaban demasiado familiares, y al mirar a Ithan, supe quienes eran: sus antiguos amigos.
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Almas Blancas: Los orígenes.
FantasyNos han preparado durante siglos a los Almas Blancas, ángeles en la tierra, para proteger a los humanos de los Oscuros, los roba almas, y llevo toda la vida esperando a que llegue mi momento. Pero no sabía que el amor se iba a interponer en mi misi...