Capítulo 2: De nuevo tú.

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Todo el mundo me alentaba diciéndome que con práctica conseguiría acabar con los Oscuros.
Pero ellos no sabían lo fácil que me habría resultado matarle.
Al final, dejé de pensar en ello, y me mentalicé de que no volvería a pasarme.
Bueno, a pesar de estar en un sitio de entrenamiento, teníamos dieciocho años y queríamos divertirnos.
Tocaron a mi puerta al caer la tarde, y ya sabía por qué.
-Ven, vamos a escaparnos- susurró Bea en el marco de la puerta, con los demás asomados. Todos los viernes nos escapábamos y salíamos por ahí, aunque estábamos oficialmente de servicio.
Las chicas nos maquillamos y, para variar, me puse un vestido negro.
Llegamos a la discoteca: era una situación extraña tener edad para ir a cualquier parte.
-¿Vas a bailar conmigo?- me preguntó Mario. Mario era rubio, con las orejas un poco en punto, como un duendecillo. Sabía que estaba destinada a casarme con él, ya que estaba mal visto "contaminar" mis genes de ángel con un simple humano, y yo debía aceptarlo.
-Bailaré contigo- le respondí con una sonrisa.
En aquel entonces, la música era mejor y todo iba más despacio. Bailamos y bailamos libres.
-OS dije que era mala idea- murmuró Aura señalando a tres chicos. Uno de pelo negro y dos de pelo azul.
-No puede ser- exclamó Bea de la mano de Teo- ni un momento tranquilos...
-Están enfadados- dijo Teo mirándoles- por haber matado a sus amiguitos. Son los de el otro día.
El corazón casi se me salió del pecho al fijarme en que el alto de pelo negro era el de la otra vez.
Fuimos discretamente a la puerta y salimos de entre el montón de gente y fuimos corriendo lejos de allí. Me examiné el cuerpo e iba desarmada. Dios, iba desarmada.
-¿Tienes algo?-le pregunté a Mario, y él me entendió y sacó un cuchillo del pantalón. Me puse detrás de su espalda, cubriéndome.
Teo y Bea sacaron armas justo cuando ellos llegaron.
-Qué casualidad-dijo uno de ellos, y el chico de ojos azules me miró intensamente y aparté mi mirada de él- encontrarnos de nuevo.
El chico que estaba hablando sonrió y sus ojos se tornaron negros. Era tan pálido que creí que estaba frío, pero nunca había tocado a un oscuro.
-No queremos más problemas- rugió Aura- , si os vais no habrá problemas.
El tercero, que era gordito, soltó una risa. Mi oscuro de ojos azules solo estaba callado y serio.
-Matasteis a mi hermano-dijo el de la risa, y empezó a soltarnos palabrotas. No sabía si sentían amor o afecto entre ellos.
Se lanzó contra Teo y empezaron a pelear: yo, como no tenía fuerza ni armas, huí.
Escuché gritos y patadas, y a alguien detrás de mí, así que corrí rápido, pero me alcanzó, y era él, y le esquivé como pude pero llevaba un cuchillo.
Ojalá le hubiera matado pensé, y cuando me tiró al suelo supe que era mi fin, un temprano fin.
Y alzó la mano, y temblando, pasaron unos segundos de tortura, y soltó el cuchillo tirándolo al suelo.
-¿Por qué no me mataste?-me preguntó, y escuché su voz grave por primera vez. Todos los oscuros tenían una voz baja y grave. Me miró desde todo lo alto que era, y yo no supe si irme corriendo y quedarme ahí plantada.
-Yo... Sentí que no debía.
Sonrió levemente por primera vez y, mirándome, preguntó con ironía:
-¿Viste algo bueno en mí?
-Vi que no te importaba morir.
-He matado a muchas personas-murmuró tranquilo-, sé que no merezco vivir.
Ningún oscuro sentía que lo que hacía estaba mal. No pensaban por el bien de los demás. Y, a pesar de que me había dicho que era un asesino, vi ese algo en él.
-Deberías sentirte orgulloso-dije con sarcasmo.
-No me des ganas de matarte-me pidió serio, y me levanté lentamente.
-Déjame ir, y estaremos en paz...
-No quiero estar en paz-replicó- quiero verte de nuevo, para ver por qué no quiero acabar contigo. Prométeme por los ángeles que volverás a verme.
Prometer por los ángeles era prometer por todos los nuestros, y debíamos cumplir cada promesa.
-De acuerdo-dije al fin, sintiéndome una traidora-, nos veremos en la fuente de Batallas a la medianoche.
Él me miró, cogió su espada, la guardó y al marcharse dijo:
-Allí nos vemos, Lena.

Almas Blancas: Los orígenes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora